EL DRAMA FAMILIAR DE UN PREPARADOR CARISMÁTICO

La tragedia de Preciado

Infortunio 8 Preciado se lamenta en el partido ante el Barça del pasado 22 de septiembre, en el Camp Nou.

Infortunio 8 Preciado se lamenta en el partido ante el Barça del pasado 22 de septiembre, en el Camp Nou.

RAÚL PANIAGUA
BARCELONA

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«La vida me ha golpeado fuerte. Podría haberme hecho vulnerable y acabar pegándome un tiro, o podría mirar al cielo y crecer. Prefiero la segunda opción».Las palabras de Manolo Preciado (El Astillero, Cantabria, 1957) reflejan el sentimiento de un luchador nato que se ha tenido que sobreponer a la desgracia en los últimos años. En menos de una década ha sufrido tres golpes terribles, que demuestran hasta qué punto puede ser cruel la vida. En el 2002 perdió a su mujer por un cáncer de piel; en el 2004 murió su hijo menor de 15 años en un accidente de moto; y el pasado miércoles falleció su padre, atropellado de la forma más inverosímil.

A sus 84 años, la muerte le sobrevino al padre de Manolo en unas circunstancias totalmente desgraciadas. Un coche se había quedado sin batería en la urbanización La Cantábrica, en El Astillero, localidad natal del técnico del Sporting. Manuel Preciado Sala y su hermano decidieron ayudar a su vecino. Se colocaron detrás del vehículo y empezaron a empujar en plena rampa. El padre del técnico resbaló y el coche le pasó por encima. Inmediatamente fue trasladado al Hospital Marqués de Valdecilla, donde falleció en la uvi.

Preciado se enteró de la desgracia el miércoles por la tarde, cuando recibió la llamada de su hermana. El técnico estaba colaborando en la grabación de un vídeo musical. Enseguida se desplazó a su tierra natal para estar junto a su familia. Los restos del fallecido fueron trasladados ayer al cementerio de Ciriego, donde fueron incinerados. El próximo lunes tendrá lugar el funeral.

El preparador dirigirá hoy al Sporting en el último entrenamiento antes del partido de mañana ante el Espanyol. Varios clubs de Primera han enviado sus condolencias a la entidad asturiana, que vive días de luto. Mauricio Pochettino, buen amigo de Preciado, tendrá mañana la oportunidad de dar un fuerte abrazo a su compañero.

No es la primera vez que la desgracia se ceba en el entrenador cántabro. En el verano del 2002, en plena pretemporada del Racing, perdió a su mujer por un cáncer. A los 45 años, quedó viudo con dos hijos. La desaparición de Puri supuso un golpe tremendo para Preciado, que dejó el equipo cántabro el año siguiente, coincidiendo con el de-

sembarco de Dimitri Piterman.

Accidente de moto

El Levante, entonces en Segunda, fue su siguiente destino en la temporada 2003-04, con el recuerdo de la muerte de su esposa siempre presente. Antes de cada partido, el técnico sacaba de su chaqueta una fotografía de su mujer y la besaba. Cuando ya tenía superada la pérdida de Puri, Preciado sufrió otro duro revés en el 2004. El técnico había fichado por el Murcia y otra terrible llamada le golpeó en una madrugada de julio. Raúl, su hijo pequeño, perdió la vida al chocar contra un muro con su moto. Falleció en Santander, en el mismo hospital que su abuelo. El club pimentonero le destituyó tres meses después por los malos resultados.

Preciado también sufrió un accidente de coche en el 2003, cuando perdió el control de su vehículo al esquivar un perro. Afortunadamente solo sufrió un esguince cervical. Su padre no tuvo la misma fortuna en un atropello mortal.