La suspensión de la liga planea sobre la NBA

De no producirse un milagro en las próximas 24 horas, la próxima temporada de la NBA se suspenderá de forma indefinida hasta que los dueños de los equipos y los jugadores firmen un nuevo convenio colectivo, convenio que expira mañana y sobre el que no han logrado cerrar un acuerdo.

Serán los dueños de la franquicias los que impondrán ellock out, es decir, el cierre patronal (los jugadores no podrán entrar en las instalaciones ni entrenarse) después de una temporada en la que según el comisionado de la NBA, David Stern, 22 de los 30 equipos acabarán con números rojos y pérdidas acumuladas de 300 millones de dólares.

La decisión de los dueños de la NBA vendría a unirse a la de los propietarios de la NFL (la liga estadounidense de fútbol americano), que se encuentra también suspendida a causa del convenio colectivo.

Las dos premisas básicas en el nuevo pacto, según los propietarios, es establecer un nuevo límite salarial para las plantillas e igualar el reparto de ingresos actuales (ingresos de taquilla, derechos nacionales de televisión, patrocinadores globales, por los que la NBA percibe cerca de 4.000 millones de dólares), ahora favorable a los jugadores, que se llevan un 57% frente al 43% para las franquicias, y dejarlo en 50-50.

La idea de los dirigentes de la NBA, que ayer se reunieron en Dallas para respaldar el cierre patronal, es rebajar el nuevo tope salarial de los 58 millones actuales a los 45. En la actualidad se trata de un sistema flexible, que permite a algunos equipos como los Lakers, gracias a varias exenciones, estirar esos 58 millones hasta los 110. La rebaja de un 30% de los sueldos, la reducción de la duración de los contratos y eliminar algunas garantías de los jugadores, según los clubs, les permitirán reconducir la situación.

Los jugadores, representados por el base de los Lakers, Derek Fisher, presidente del sindicato, están de acuerdo en hacer algunas concesiones, pero no en el límite salarial duro. Y creen que para paliar las pérdidas es necesario integrar en el nuevo convenio colectivo un acuerdo sobre los beneficios compartidos.

FECHA LÍMITE / Este último punto, el de los beneficios compartidos, se ha convertido en uno de los puntos de fricción. No ingresan la misma cantidad de dinero en acuerdos locales y mercadotecnica los equipos de los grandes mercados como Knicks, Lakers, Celtics y Bulls que los equipos pequeños, como los Suns o los Pacers. Los jugadores piden que esos ingresos se repartan con más equidad en lugar de tocar los salarios.

Son tantas las diferencias, que nadie confía en que la reunión entre las dos partes, hoy en Nueva York, evite un cierre que tiene un precedente: ellock out de la temporada 1998-99. Entonces, la liga se inició en febrero y solo se jugaron 50 partidos. Los Spurs del recién incorporado Tim Duncan ganaron aquel título.

La NBA ya ha deslizado que si, en esta ocasión, no se consigue un acuerdo antes del 7 de enero, la temporada se suspenderá de forma definitiva. «No se sabe qué puede pasar pero la idea, en principio, no es venir a Europa», admitía ayer Marc Gasol en un acto en el Hospital Sant Joan de Déu, en Barcelona, descartando el desembarco de estrellas americanas en los torneos europeos.

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