PATINAJE ARTÍSTICO

'Superjavi' derrite Suecia con su tercer oro europeo

El madrileño, muy superior a los rivales, logra un hito que no se veía desde 1989

El patinador madrileño Javier Fernández, en un momento de su programa largo, ayer, en el Europeo celebrado en Estocolmo (Suecia).

El patinador madrileño Javier Fernández, en un momento de su programa largo, ayer, en el Europeo celebrado en Estocolmo (Suecia). / periodico

INMA GONZÁLEZ / BARCELONA

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Solo un grupo selecto de patinadores han sido capaces de ganar tres o más Europeos seguidos. Hasta ayer, el último era Alexander Fadeev, que competía bajo la bandera de la URSS y subió a lo más alto del cajón en 1987, 1988 y 1989, cuando Javier Fernández aún no había nacido. Este madrileño de 23 años se unió anoche al club de los elegidos al colgarse en Estocolmo (Suecia) su tercer oro consecutivo, tras los de Zagreb y Budapest. "Ha sido muy duro y eso me da aún más fuerza. Todos hemos luchado al cien por cien", subrayó a pie de pista en referencia a sus rivales, en especial los rusos Maxim Kovtun Sergei Voronov, que completaron el podio aunque con una nota a años luz (casi 30 puntos menos).

Impulsado por una gran ovación y numerosas pancartas de apoyo, el también doble bronce mundialista saltó al hielo del Globen Arena minutos después de las nueve con el objetivo de conservar la primera plaza lograda el miércoles con el programa corto, dando vida esta vez a Fígaro en 'El barbero de Sevilla'. Con los primeros compases de la ópera de Rossini, 'Superjavi' bordó un cuádruple 'toe'. Su segundo cuádruple, un 'salchow', se quedó en triple, combinado con un triple 'toe', pero enseguida se recuperó de este contratiempo con un triple 'axel' de manual. En la segunda parte, y por tanto con bonificaciones, llegó a ejecutar su tercer cuádruple, otro 'salchow', pero una mala recepción le llevó a tocar suelo.

Mejor que en Barcelona

El resto del programa rozó la perfección en algunos momentos, en especial la coreografía y la interpretación, que superaron el nueve. Los jueces le otorgaron 173,25 puntos (85,11 en técnica y 89,14 en componentes), que unidos a los 89,24 del miércoles daban un total de 262,49. Menos que en la Copa de Rusia (265,01) pero más que en la final del Grand Prix de Barcelona (253,90). Tocaba esperar.

Uno a uno fueron saliendo los rivales directos del español, pero ninguno logró desbancarlo. Ni Kovtun, que remontó dos posiciones (235,68); ni Voronov, que bajó un peldaño (233,05); ni el israelí Alexei Bychenko, que hizo una gran labor (220,22), y menos aún el checo Michal Brezina, que se despeñó del tercer al quinto puesto (220,11). Tras la actuación de este último, 'Superjavi' se abrazó a Brian Orser, su entrenador desde que en el 2011 se instaló en Toronto.

"Siempre intento hacerlo lo mejor posible. A veces pasa, otras no. Seguiremos entrenando fuerte para el Mundial de Shanghái. Soy capaz de todo", aseguró después ante las cámaras el campeón, que tuvo un recuerdo para sus amigos y su familia por aguantarlo "todo este tiempo" y en especial para su hermana Laura, la primera patinadora de la familia y gracias a la cual pisó por primera vez el hielo cuando tenía 6 años.

El otro español en liza, el también madrileño Javier Raya, salió a disfrutar tras su decepcionante programa corto, que solo le valió 53,80 puntos y lo relegó a la 21ª posición. Al son de la banda sonora de 'West side story', realizó un buen ejercicio libre, con dos triple 'axel', valorado con 119,90 puntos. En total 173,70, a solo tres de la mínima para Shanghái. Le quedó el consuelo de acabar 14º, su mejor clasificación en un Europeo.