Las repercusiones de la Liga de Campeones

Sobresalto en el Bayern

Beckenbauer critica a Dante por su error y Rummenigge asume que el equipo falló

Guardiola se lamenta en Oporto.

Guardiola se lamenta en Oporto.

JOAN DOMÈNECH
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una rápida lectura de la alineación permitía constatar que esa formación distaba mucho de ser la titular. Que no sería la que presentaría en condiciones normales el entrenador y que estaba muy lejos de ser la ideal de Pep Guardiola. Neuer, Rafinha, Boateng, Dante, Bernat; Lahm, Xabi Alonso, Thiago, Müller, Lewandowski y Götze fueron los 11 jugadores que representaron al Bayern en Oporto. La derrota por 3-1 mete al conjunto alemán contra las cuerdas, obligado a una gesta parecida a la del año pasado en la Champions frente al Madrid, en la que sucumbió.

La caída en Portugal, ha provocado un sobresalto en el Bayern. Por lo sonora que fue y por lo sonoras que han sido las reacciones. Lejos de arrimar el hombro, de reconfortar a la muchachada o de lanzar un mensaje de optimismo, dos de los popes hurgaron en el dolor. Un mensaje, también, teñido de autocrítica, crudo en la descripción de la situación.

Franz Beckenbauer cargó contra Dante. El central que ocupa su puesto 40 años después. La pérdida del balón, siendo el último hombre, fue clamorosa, y habilitó a Quaresma para enfrentarse a Neuer mano a mano.

Resultado «vergonzoso»

«Si me dices que viene de Islandia o del polo Norte, entiendo que siga con las botas de esquí, pero solo tenía que parar el balón. Y es un futbolista brasileño», manifestó Beckenbauer a la cadena SkyEl presidente de honor calificó el resultado de «vergonzoso» y lo atribuyó a una «noche negra» de la que responsabilizó a todos los jugadores.

Tampoco se había quitado los esquís Xabi Alonso en el minuto 3 cuando Jackson Martínez le presionó (y le hizo falta) siendo el último hombre, como Dante, y Neuer tuvo que cometer un penalti. Y al polo Norte seguramente miraba Boateng en el 3-1 al no despejar un largo balón aéreo. Los errores individuales fueron tan evidentes que nadie los ocultó. Otro asunto fue la lectura posterior con el mal ya hecho. Karl Heinz Rummenigge admitió que el equipo había estado «mal» y no dio la talla esperada. Fue la cuarta derrota en 41 partidos: la precedieron una ante el Manchester City, asegurada la clasificación para los octavos, y ante el Wolfsburgo y Borussia Moenchengladbach en la Bundesliga.

Ni Messi ni Neymar

En la autocrítica no hubo un recuerdo a las numerosas bajas que asolaban al equipo. La disculpa que mereció el PSG al caer ante el Barça podría hacerse extensiva al Bayern. Guardiola no tenía ni a Messi ni a Neymar (Robben ni Ribéry),  tampoco a Busquets, Piqué, Rakitic ni Mascherano (Benatia, Alaba,  Schweinsteiger y Javi Martínez).

«Debemos recuperarnos de este mal resultado y aferrarnos a nuestro fútbol, a nuestro estadio y a ese gol que hemos conseguido y que nos da cierta esperanza», dijo con calma Guardiola, estableciendo la máxima prioridad a la decisiva cita del próximo martes.