El Sevilla y el Liverpool, a la final de la Europa League

El Sevilla volvió a hacer historia en su competición preferida, la Liga Europa (anteriormente la Copa de la UEFA), al clasificarse por tercera vez consecutiva para la final en un hito jamás visto. El equipo de Emery cumplió los pronósticos porque se presentaba como favorito, no solo por ser el actual campeón sino por el 2-2 de la ida, lo que obligaba al Shakhtar a salir al ataque desde el inicio en busca del gol.

Y el conjunto ucraniano le puso ganas, pero sucumbió al empuje sevillano y, en especial, a la clase y determinación de Gameiro. El goleador hispalense aprovechó un clamoroso error defensivo para marcar el 1-0 a los 9 minutos. El central perdió inocentemente el balón y el delantero francés se vio solo ante Pyatov, al que batió de un tiro raso y colocado. La ventaja serenó al Sevilla, que pasó a ser el claro dominador, a pesar de que el Shakhtar se acercaba al área de Soria, pero con poca decisión. Sin embargo, el temor se apoderó del Sánchez Pizjuán cuando Eduardo logró el empate al borde del descanso tras una gran jugada de combinación que culminó con un suave tiro.

DOMINIO TOTAL

La igualdad duró poco, tanto en el campo como en el marcador. El Sevilla reanudó el partido con empuje y de nuevo Gameiro, tras una asistencia de Krychowiak, que dejó al delantero mano a mano con el portero, volvió a batir a Pyatov tras un fino regate. Diez minutos más tarde (m. 58), llegaba la sentencia con un espectacular gol de Ferreira, de un portentoso derechazo. Solo Eduardo, en el tramo final, asustó al Sevilla, pero su remate salió fuera.

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EL VILLARREAL, ARRASADO EN ANFIELD

La fuerza de Anfield destrozó al Villarreal en su cuarta tentativa para meterse en una final europea. El equipo amarillo llegaba con una buena ventaja gracias al 1-0 de la ida, pero se topó con un Liverpool intimidador que destrozó al conjunto de Marcelino a base de mucho empuje y fases de buen juego.

Poco le duró la ventaja al Villarreal, a pesar de que tuvo en su mano ponerse por delante, pero Mignolet respondió con una gran intervención al envenenado tiro de Mario (m. 4) y, acto seguido, Jonathan Dos Santos envió alto un tiro sin oposición dentro del área.

MALA SUERTE

Y casi de forma consecutiva, el Liverpool marcaba con fortuna porque Mario se metía la pelota en propia puerta tras un rebote. La eliminatoria se igualaba y Anfield rugía. Y no solo los gritos desquiciaron al Villarreal. A ello contribuyó también el colegiado, el húngaro Víktor Kassai, muy contemplativo con el juego de contacto inglés.

La presión del equipo de Klopp atosigaba al Villarreal, incapaz de trenzar cuatro o cinco pases, en su intento de consolidar su juego de posesión y control, una tarea en la que Denis Suárez estuvo muy solo.

El panorama empeoró en el segundo tiempo, completamente de dominio inglés. El Liverpool apretó las tuercas y el Villarreal se fue diluyendo mientras que su convicción por marcar perdía fuerza en cada embestida local. Sturridge (m. 62) puso definitivamente en ventaja al Liverpool al batir de un tiro raso a Areola, de los mejores de su equipo a pesar de salir vapuleado, pero sin su aportación el meneo hubiera sido mucho más contundente.

EXPULSIÓN DE VÍCTOR

El 2-0 dio paso a un momento de tregua. El Liverpool se tomó un ligero respiro hasta la embestida final, un periodo de transición que desaprovechó el equipo de Marcelino, que echó mano del banquillo sin hallar el revulsivo. El duelo se rompió del todo con la expulsión de Víctor Ruiz (m. 70), al ver la segunda amarilla, y Lallana remató el trabajo con el 3-0 (m. 80).

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