Sergio: "Nos falta creérnoslo un poquito más"

Sergio González (L'Hospitalet de Llobregat, 38 años) pasó del filial al primer equipo del Espanyol en seis meses. De Segunda División B a Primera. Del banquillo de Sadrià al del Power8 Stadium, apoyado por el aplauso y la ilusión del socio periquito, que le veía como el técnico idóneo para dar un impulso al club catalán. El exjugador ya lleva 11 jornadas en la máxima categoría, pero al equipo le faltan resultados.

--El Espanyol lleva 11 puntos en 11 partidos. Con este ritmo llegaría al final con 38 puntos, sinónimo de descenso. Así no se puede seguir.

--Si lo miramos tan fríamente es así. Pero los puntos que tenemos no responden al juego que estamos haciendo, sobre todo en casa. Hemos hecho méritos para tener hasta cinco puntos más. Lejos de Cornellà sí tenemos lo que nos merecemos. Tampoco voy a ser egoísta. Pero siendo realista, en nuestro campo hemos hecho más fútbol que puntos. El fútbol no nos ha dado los puntos que merecemos para todo lo que hemos ofrecido.

--¿Cree que la irregularidad es el principal problema del equipo? 

--Sí, uno intenta buscar el equilibrio, pero es difícil. Hay que evitar que los dientes de sierra, como decía Paco Flores, sean lo más largos posibles. Lo ideal es mantener el nivel en casa y avanzar fuera para poder escalar. Estamos mirando alguna alternativa, quizá un cambio de sistema.

--¿Ha reculado de sus ideas iniciales para dar solidez al bloque?

--Recular no es la palabra. Yo no he retrocedido en nada. Quizá llegué con ganas de dar muchos conceptos y muy rápidos. Y me equivoqué por querer introducir mis ideas tan de golpe. He suprimido conceptos, pero no para eliminarnos del todo, sino para dejarlos ahí guardaditos y seguir evolucionado. Al principio sufrimos al jugar muy abiertos y ofensivos. Cualquier mínimo error multiplicaba por 10 la posibilidad de conceder ocasiones. Dimos un paso atrás en ese aspecto y nos juntamos un poquito más. Nos funcionó bien. El día del Depor creo que fue el mejor partido. Ese empate nos hizo daño porque merecimos ganar.

--¿Considera que ha recibido más críticas de las que merecía?

--El fútbol es un deporte muy abierto y entiendo que se sea crítico con mi trabajo. Todo el mundo lleva un entrenador dentro. Hubo un momento en el que reivindiqué que el entorno estaba siendo un poco obsesivo. En esa semana a cada jugador que salía se le preguntaba lo mismo: si estaban conmigo, si confiaban en mí... Una pregunta, cuando se hace muchas veces, parece que sea verdad. Se puso en duda mi capacidad para ser míster de Primera y eso está feo porque yo tengo mi título. Se puede criticar mi forma de jugar o mi estilo, pero no poner en tela de juicio esa condición. Eso me molestó.

--Está utilizando a muy pocos jugadores. ¿No cree que esa rutina puede causar desconfianza en el resto?

--Yo solo pienso en el próximo partido. Apenas tenemos encuentros entre semana y los jugadores pueden aguantar perfectamente a nivel físico. Por ejemplo, yo jugué con Jabo Irureta muchos años y apenas hacía rotaciones. Quizá sea por lo que he visto, por lo que me han enseñado o vivido, pero es muy difícil tener a 24 jugadores en plena rotación. Eso sí, yo intento ser justo siempre y voy con la verdad por delante. Siempre va a jugar el hombre que se lo gane.

--¿Qué le falta al Espanyol para dar un salto cualitativo en la Liga?

--Nos falta creérnoslo un poquito más. Tener confianza, tranquilidad. A veces el jugador tiene esa sensación de 'ya he cumplido defendiendo, ahora no voy a atacar'. El equilibrio entre la mentalidad de atacar y defender es lo que nos falta.

-¿Qué le pasa a Caicedo? ¿No le ve por debajo de lo esperado?

--Felipe viene de una Liga bastante menor, en la que físicamente no se le exigía al nivel de la Primera División española. Además, está acostumbrado a jugar solo en punta, sin cargas defensivas. Nosotros le estamos exigiendo más en las ayudas porque, si no, es difícil jugar con un 4-4-2. Le falta un poco de suerte cara a gol. Cuando marque la gente hablará de otro Caicedo. Estoy convencido. Hay que seguir trabajando y dándole caña.

--¿Hay mucha diferencia entre la teoría y la práctica a la hora de sentarse en el banquillo?

--La convivencia de un vestuario, de los entrenamientos, nadie te la enseña. Lo tienes que ir viviendo y aprendiendo. A mí me falta por aprender muchísimo. Cada día experimentas una situación nueva. A veces me río porque veo cosas en los jugadores que yo ya viví como jugador. Intuyes lo que va a pasar y hasta te anticipas si tienes un poco de suerte.

--¿El fútbol es sentido común?

--Sí, es como la vida, es todo sentido común. Convivir, hablar con el jugador, tratar con normalidad al futbolista, juegue o no juegue. Ellos son los que tienen que correr por ti, los que tienen que jugar por ti. Dependes de ellos, tienes que conseguir que mantengan siempre la ilusión por darlo todo.

--Robben dijo que Guardiola puede llamar a las tres de la madrugada a los jugadores para hablar de tácticas. ¿Cómo lo ve usted? -

-Eso debe ser una metáfora, una exageración, pero seguro que a Pep le encanta hablar de fútbol, como a mí. Yo disfruto mucho con el tuya-mía con el jugador. A veces te ayudan a ver cosas que tú no ves. Lo importante es llegar a un entendimiento y debatir.

--¿Qué espera de la Copa?

--La Copa es mágica para mí. Es especial, tengo una relación con ella increíble. Tanto aquí como en el Deportivo pude ganarla y meter un gol en las finales. Me da buen rollo. La vamos a jugar con la idea de llegar lo más lejos posible, empezando por el Alavés. A lo mejor cambiamos dos o tres jugadores, pero nada de cambiar los 11. Aquí no se tira nada.

--¿Cómo ve la Liga? ¿Ve al Madrid muy superior al Barcelona?

--La Liga la vemos muy lejos. Hay dos equipos con un potencial increíble, cuatro o cinco más con un nivel importante y del octavo para abajo la cosa está más igualada. Pero siempre hay casos extraños, como la Real Sociedad, que tiene nueve puntos y ha ganado al Madrid y al Atlético. Ahora mismo sí veo al Madrid por encima del Barça. Los blancos vienen del año pasado, con unas ideas asimiladas y con un equipazo. El Barcelona, en cambio, tiene entrenador nuevo y realizó muchos fichajes. A Luis Enrique hay que dejarle tiempo para valorar su rendimiento.

--El 7 de diciembre tienen el derbi en el Camp Nou, su primer derbi en el banquillo. ¿Cómo valora el duelo con Luis Enrique?

--No puedes pensar hasta que llegue esa semana, por mucho que la gente no pare de recordarlo. Con Luis Enrique tengo muy buena relación, coincidí con él en el Mundial de Corea y Japón y se portó muy bien. Es una persona cercana. Tiene un reto difícil pero posee capacidad y carácter para sacarlo adelante.