La sede olímpica de Sochi patina

A menos de un año de los Juegos de Invierno, la ciudad rusa presenta un aspecto triste y un retraso alarmante

Putin, en Sochi

Putin, en Sochi / EFE / SERGEI KARPUKHIN

ANDER MIRAMBELL

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Sochi, la ciudad de Rusia situada entre el mar Negro y las montañas del Cáucaso, haciendo frontera con Georgia, se encuentra en una zona donde la gente adinerada aprovecha para veranear y por donde circulan importantes conductos de gas. Su nombre empieza a ser conocido a nivel mundial porque va a ser escenario, en los próximos años, de varios acontecimientos deportivos, empezando por los Juegos Olímpicos de Invierno y el Gran Premio de fórmula 1 en el 2014, y acabando por el Mundial de fútbol del 2018, pues es una de las sedes.

Un deportista de una disciplina olímpica espera cuatro años para competir en el mejor escenario y contra los mejores del mundo. Estamos a menos de un año de la celebración de los 22º Juegos Olímpicos de Invierno (del 7 al 23 de febrero del 2014). Tuve la suerte, o la desgracia, de intentar competir en el circuito de skeleton en la localidad de Krasnaya Polyana hace unas semanas y descubrir el backstage de los Juegos. Regresé más delgado y triste, tras conocer la realidad.

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