Samuel Redó: "Estoy deseando jugar el año que viene en Los Ángeles"

Sebastián y Neus llegan en tren a Calella. El destino es el pabellón municipal Parc Dalmau, donde su hijo debuta en la competición de balonmano de los Special Olympics. Samuel Redó, un joven de 23 años, no deja impasible a nadie. Solo por su altura (1,90) ya destaca en el equipo de los Drags A. Samu, que tiene reconocido un 33% de hiperactividad, es un ejemplo de deportista. Se cuida como nadie y da gusto verlo en la pista. Sus movimientos en defensa y en ataque recuerdan a los de cualquier profesional de la materia. Disfruta con el deporte, sus compañeros lo aprecian y lo admiran. Esa conexión se percibe desde el primer momento.

«El deporte es una salida grandiosa para estos chicos. Laboralmente no les acogen y en la pista desarrollan todo su potencial y sentimientos: alegrías, tristezas, compañerismo...», explica Sebastián, un padre orgulloso de su hijo. «Samuel es muy deportista, le encantan los niños pequeños y quiere dedicarse a su formación en el futuro». Neus, la madre, se ha convertido en una experta del deporte. Conoce los adversarios y habla con pasión de las experiencias de su hijo, como el campeonato del año pasado de Dinamarca. «Lo que más me gusta de Samu es que entiende muy bien que en el campo son rivales pero luego son amigos. Él es muy sensible y lo vive mucho, pero todos le aprecian y eso es muy bonito».

Pasión por el baloncesto

La sevillana Marga Frade, exjugadora de balonmano, conoce muy bien a Samuel. Trabaja con él desde el 2006. Le conoció en un campus de verano en Mundet y desde entonces entró a formar parte de su escuela. «Es un chico encantador, que se dedica en cuerpo y alma al deporte». Cada semana entrena una hora con los chicos y chicas, ya que los equipos son mixtos. «Tienen un compañerismo y un trato humano maravilloso. Y un afán de superación que para sí querrían el resto de personas», remarca.

Aunque Samuel participa en estos Special Olympics en la disciplina de balonmano, destaca también en baloncesto. De hecho se inició en el mundo del deporte en el básquet, en el 2003. Ahora juega en el equipo de los Màgics de Acell, que se ha agrupado con el Grup Barna del Clot. A la hora de entrenamiento de los viernes en balonmano se añaden las sesiones de baloncesto de los martes y los miércoles. «Disfruto mucho con los dos deportes. Me encanta conocer gente y hacer nuevos amigos. Mi objetivo es llegar lo más alto», cuenta Samuel, que disfruta viendo pases, canastas y jugadas de la NBA en internet.

A Samu, al que sus compañeros apodan 'la gacela' por su velocidad, y a sus padres les espera una gran experiencia en Los Ángeles, donde pasarán dos semanas en julio del próximo año, ya que el joven ha sido seleccionado para competir en EEUU. «Estamos muy ilusionados y ahorrando para el 2015». Solo el viaje les cuesta 1.800 euros por persona a Sebastián y a Neus, pero saben que será una experiencia inolvidable. «Seguramente jugarán en el pabellón de los Lakers. Se lo pasarán pipa», asegura la madre, que destaca el «fantástico gesto» de la fundación del hijo de Samaranch, que financió el viaje del equipo de su hijo a Shanghái en el 2012.