Una melé de récord en el Camp Nou

El Racing 92 se proclamó campeón de Francia ante un Camp Nou con 99.124 espectadores

Los aficionados franceses, en el Camp Nou

Los aficionados franceses, en el Camp Nou / periodico

CHRISTIAN MARTÍNEZ ROMEO / BARCELONA

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No estaban los portentosos goles de Messi, ni las endiabladas travesuras de Neymar, tampoco la magia de Iniesta, pero nada de eso hizo falta para que el Camp Nou vibrara como en las grandes noches. Sin rastro del Barça y de su excelso fútbol, los 99.124 aficionados que llenaron el Estadi, logrando el récord de asistencia absoluto en un partido de rugbi entre clubs que estaba fijado en 84.068, vivieron la heroica exhibición del Racing 92 ante Toulon en la final 14 de la liga francesa (21-29).

Mientras la mirada de Europa centraba su interés en tierras galas, la nada despreciable cifra de 80.000 seguidores franceses se desplazaron a Barcelona para vivir la finalísima de un deporte que tiene en Francia una de sus cunas. «¿Payet? Ni me interesa. No duraría ni 30 segundos. Mientras todos se vuelcan en la Eurocopa, nosotros vemos la liga que reúne a los mejores jugadores del planeta. No hay otra igual en ningún deporte», aseguraba Jean Paul, aficionado parisino que viajó en coche hasta el Camp Nou.

DÍA HISTÓRICO

A pesar de las fuertes medidas de seguridad establecidas en la entrada, ambas aficiones protagonizaron un ambiente festivo y de hermandad en unas 'Fan Zone' que se alejaron de las bochornosas imágenes ofrecidas en Francia por los 'hooligans'. «El rugbi es el deporte más noble. Ambas aficiones estaban juntas sentadas dentro del estadio. Nosotros venimos a disfrutar de un día histórico, pase lo que pase y gane quien gane», afirmó Florian, argentino residente en Paris que disfrutó de las acciones de su compatriota Juan Imhoff en el que considera «un templo único como es el jardín de Messi».

En un Camp Nou que reunió seguidores de múltiples equipos, el 70% compró entradas sin saber quiénes serían los finalistas, fue Racing quien sorprendió al todopoderoso Toulon, que cerró un año para olvidar en el adiós de Bernard Laporte, y lo hizo a pesar de disputar casi 60 minutos en inferioridad por la expulsión de Machenaud (minuto 18).

Liderados por un certero Dan Carter, 15 puntos y nombrado MVP de la final, los parisinos creyeron en sus opciones a pesar de ir por debajo al descanso (14-12) y en la segunda mitad lograron darle la vuelta al marcador alzándose así con el título de liga 26 años después. En una muestra de coraje y sacrificio defensivo, un ensayo de Rokokoko (14-26, m. 58) fue el golpe de gracia que obró el milagro de la remontada.

Con la entrega del trofeo Brennus, tan peculiar como codiciado, que sirvió de prolegómeno antes de la exhibición musical de Bob Sinclair y el castillo de fuegos artificiales, ambos equipos recibieron su tributo a modo de ovación en una noche histórica que siempre quedará pretérita en el imaginario de los aficionados, a pesar de que alguno como el joven Pau, que visitaba el Camp Nou por tercera vez, estuviese algo perdido ante tanta novedad. «¿Entonces, papá, cuándo sale Messi?».