La situación del club azulgrana

La respuesta de Pep

El técnico, que hace un mes no quiso renovar, cenó anoche con Rosell para pactar un acuerdo

Guardiola medita antes de dirigirse a sus jugadores en un entrenamiento del Barça de esta temporada.

Guardiola medita antes de dirigirse a sus jugadores en un entrenamiento del Barça de esta temporada.

E. PÉREZ DE ROZAS / D. TORRAS
BARCELONA

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Pep Guardiola está hoy mucho más cerca de seguir la próxima temporada en el Barça que hace un mes. Entonces, la respuesta del técnico a la consulta que recibió por parte del club fue una negativa. Puesto en la tesitura de decir sí o no, Guardiola se sentía más cerca de marcharse que de renovar aunque la decisión tampoco era definitiva y así lo hizo saber a las personas directamente afectadas y, en especial, a Andoni Zubizarreta, director deportivo azulgrana.

Las circunstancias parece que han cambiado y la sensación que tiene ahora el club es que el entrenador, que ha aprovechado esta semana para pasar un par de días en una capital europea sin publicitar, como otros, su escapada, podría anunciar en breve su continuidad. De hecho, anoche se celebró una reunión en casa del presidente Sandro Rosell

a la que acudieron también Zubizarreta, el vicepresidente deportivo, Josep Maria Bartomeu, y el ayudante de Pep, Tito Vilanova, para hablar de este tema y de la planificación de la próxima temporada.

SIN CONDICIONES / El Barça y el barcelonismo lleva semanas, meses, pendiente de que Guardiola tome una decisión sobre su futuro. Esta vez, el técnico ha dilatatado más que nunca la respuesta, lo que ha disparado las especulaciones y ha dado pie a todo tipo de interpretaciones. En todos los sentidos. Pero la reflexión que afecta al entrenador es exclusivamente personal. «Pep no nos ha pedido nada de nada», aseguran fuentes del club, desmintiendo todos los rumores que han provocado este retraso. No se trata de una cuestión económica, ni ha puesto la condición de que se retire la acción de responsabilidad contra la junta de Joan Laporta, ni está supeditada a la venta de algún jugador de peso de la plantilla. Nada de nada. No hay condiciones de este tipo. Es más, según ha podido saber EL PERIÓDICO, el contrato nuevo hace tiempo que está redactado. A lo sumo, solo queda por plasmar en el documento el número de temporadas por las que, en caso de decir que sí, renovaría el técnico de Santpedor. Al club le gustaría que fueran dos para evitar que, dentro de nueve meses, se empezara a especular otra vez con su marcha. Pero todo parece indicar que el técnico solo quiere un año más.

Cuando Guardiola habla de que tiene que sentir la renovación lo hace desde una posición muy personal, y que solo le afecta a él y a su hombre de confianza, Tito Vilanova. Precisamente el estado de salud de quien es mucho más que un ayudante para Pep y con quien comparte casi todas las horas del día, es uno de los factores determinantes en esta decisión. Guardiola tenía claro que solo continuaría si Tito estaba en perfectas condiciones para mantenerse a su lado como hasta ahora. De lo contrario, no había nada que hablar. Y la buena evolución de Vilanova, que últimamente le ha permitido estar en el banquillo, es uno de los puntos que favorecen la continuidad de ambos en el Barça.

UN VIAJE MUY DIFERENTE / El club confía en que el anuncio no se haga esperar demasiado. En este sentido, el hecho de que Guardiola haya estado estos días de viaje invita a pensar que ha acabado de madurar la decisión. A diferencia de Mourinho, Pep se ha mostrado mucho más discreto y ha mantenido en secreto su destino. Curioso. El técnico del Madrid, que sí tiene dos años más de contrato, se ha esforzado, en cambio, en airear su visita a Londres. Se ha dejado ver, se ha fotografiado y ha llegado a deslizar su intención de comprarse una segunda casa en la capital inglesa (ya posee un lujoso apartamento), alimentando los rumores sobre su regreso a la Premier la próxima temporada al Chelsea, Arsenal o Tottenham, descartados por completo los dos clubs de Manchester.