Regreso judicial al 2010

Bartomeu, Sala Martín y Godall abren hoy el proceso por la acción de responsabilidad

marcoslbarcelona    11 06 2013    el ex presidente del fc140914191550

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JOAN DOMENECH / BARCELONA

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Joan Laporta y a los 16 directivos que acabaron el mandato en el 2010, el Barça les reclama 47,6 millones que, teóricamente, dejaron como pérdidas al abandonar el club. El juez quiere saber de dónde nace esta cantidad cuyo origen reside en interpretaciones contables, en «incertezas» y «salvedades» establecidas en la reformulación de las cuentas que operó la directiva de Sandro Rosell al entrar en el club. Esa también será la voluntad de los abogados defensores de los exdirectivos en el juicio civil que hoy empezará: repasar las cuentas y establecer un criterio único para la temporada 2009-2010, y para las anteriores, y poder determinar si en la era Laporta (2003-2010) hubo pérdidas.

El juicio se abrirá hoy con las declaraciones de Josep Maria Bartomeu (mañana lo harán Rosell y Faus) y los exdirectivos Xavier Sala Martin y Alfons Godall, después de que fracasara el último intento de acuerdo. El cisma es tan profundo, los recelos son tan evidentes, que ha sido imposible.

Pacto fracasado

El club abrió la última posibilidad de lograr una entente, pero no era eso lo que querían los demandados, sino la restitución del honor mancillado. Un dirigente del Barça, abogado de profesión, exploró esa vía con los colegas que defienden a los acusados. La oferta era que las dos partes pidieran la suspensión del juicio a la espera de que luego la asamblea de compromisarios de octubre aprobara la renuncia a la acción de responsabilidad. Pero los exdirigentes, con Laporta y Sala Martín al frente, rechazaron esa oferta. Por dos motivos: porque la suspensión no implicaba el abandono del proceso civil, sino su aplazamiento, con el peligro, alertado por algunos, de que la directiva «no hiciera lo suficiente en la asamblea» para que los compromisarios aprobaran el perdón. Y, en segundo lugar, porque los exdirectivos sostienen que merecen una reparación pública de la junta por las insinuaciones vertidas sobre ellos. Algunos directivos actuales son reticentes porque sospechan que Laporta está detrás de Jordi Cases, el socio que ha llevado a Rosell a la Audiencia Nacional por el caso Neymar.

Como Laporta presentó un beneficio de 11,1 millones y Rosell  reformuló ese ejercicio en 79,1 millones de pérdidas, el juez pretende aclarar el abismal desacuerdo económico. Hubo pérdidas atribuidas a Laporta que no han sido tales y que, en algún caso, ha acabado siendo un beneficio económico para el Barça. Por ejemplo, con el contencioso legal con Sogecable. Rosell cargó 37,8 millones de provisión a la de Laporta para el supuesto de una sentencia adversa. Con el tiempo, el Barça y Sogecable liquidaron sus pleitos. Los abogados entienden que esa cantidad no ha sido pagada y no debe ser reclamada.

Otros asuntos están sujetos a interpretaciones como la venta, luego revocada, de una parcela de Sant Joan Despí o la compra de los terrenos de Viladecans: la tasación de 18 millones quedó en 5,5. O los 3,9 millones que debía pagar el exespañolista Baena de cláusula de rescicsión y que Rosell eliminó, o las diferencias de criterio en los traspasos de Henry y Touré. El juez será quien aplique la justicia e imponga la paz. O no.