GP DE MALASIA

Rabat y el pequeño de los Márquez buscan su coronación

E. P. R.
BARCELONA

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Conquistado ya el bicampeonato de MotoGP por parte de Marc Márquez (Honda), que en la madrugada del domingo intentará ganar su 12º GP de la temporada para igualar la estratosférica marca del australiano Mick Doohan en 1997, otros dos catalanes intentan completar el triplete. Y no solo eso, sino convertir al Rufea Team, el grupo de amigos que se entrenan juntos en la pista de tierra de Lleida, en la gran revolución del motociclismo mundial.

Àlex Márquez (Honda) tiene su primera pelota de partido ante el australiano Jack Miller (KTM), y su amigo del alma Esteve Tito Rabat (Kalex) conquistará su primer título mundial con solo acabar entre los siete primeros del GP de Malasia, que arrancará a las 05.00 horas del domingo (Tele-5, Movistar TV: recuerden adelantar la hora de 03.00 a 02.00) en el circuito de Sepang donde ayer, como no, diluvió. Àlex ha de ganar, y que Miller quede tercero, como la fórmula más sencilla para que el hermanísimo se corone rey.

Mientras Dani Pedrosa (Honda), en seco, y Jorge Lorenzo (Yamaha), en mojado, se convirtieron ayer en los mejores de la categoría reina, con Marc Márquez muy cerquita en un caso y otro, los cuatro primeros de Moto3 (el joven italiano Niccolò Antonelli, el checo Jakub Kornfeil, Márquez y Miller) estuvieron separados por solo 27 milésimas de segundo. Eso sí, Antonelli rodó en tiempo récord, como hicieron Pedrosa y Rabat en MotoGP y Moto2.

DOLOR Y FELICIDAD / Sepang marca este fin de semana dos momentos muy significativos en la historia del motociclismo, como es el tercer aniversario, en este circuito, de la muerte del popular piloto italiano Marco Simoncelli (Honda), el auténtico heredero de Valentino Rossi, y el 15º aniversario de la coronación del Àlex Crivillé (Honda) como el primer piloto español que consiguió el cetro mundial en la categoría reina, gesta que ha sido ya ampliamente superada, en dos ocasiones, por Lorenzo y Márquez, que entonces (1999) daban sus primeros pasos sobre una moto. «Fue un momento que he valorado muchísimo más luego que en aquel momento», recordó ayer el nen de Seva, aún emocionado.