A propósito de Alonso

Fernando Alonso, en febrero

Fernando Alonso, en febrero / periodico

MIGUEL MARTÍNEZ / OVIEDO

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Harrison Ford interpretaba a un malhumorado abogado que tras un tiroteo sufrió amnesia total y, en el proceso de recuerdo posterior, fue dulcificando su carácter. ¿Se acuerdan de la película? El título, sí, era 'A propósito de Henry'. Ese sería uno de los múltiples guiones que se han escrito en los últimos días sobre la pérdida temporal de memoria de Fernando Alonso tras su accidente del pasado día 22 en el circuito de Montmeló. Ni la Comisión Warren estudió tantas hipótesis como las redacciones de los medios de comunicación de medio mundo, algunas, por cierto, en proceso de demanda por el gabinete jurídico que asesora al piloto.

El golpe del Alonso en la curva tres del Circuit resultó de graves consecuencias porque "fue lateral", y no existe tanta protección "como el impacto frontal", según explicó Ron Dennis, jefe de McLaren, tres días después. "Tiene una ligera amnesia temporal, pero eso es algo normal en estos casos", añadió Dennis. El protocolo de evacuación del circuito al hospital obliga a una sedación que, en si misma, ya atolondra bastante.

"Fernando no se despertó hablando en italiano ni historias por el estilo. Para empezar, no se despertó porque llegó consciente. Yo estaba allí, y desde luego no hablaba en italiano. Se dio un golpe fuerte, con las consecuencias que a veces derivan en cosas así", explicaba ayer José Luis Alonso, su padre, a EL PERIÓDICO, mientras inspecciona la última parte de las obras del Museo y Circuito Alonso, que podría abrir sus puertas en tan solo un par de meses.

Descarga de 600 vatios

René Arnoux, expiloto de Ferrari y Renault en la década delos 80, aseguraba desde Ginebra que "lo peor para Alonso está por venir". Fabrizio Barbazza, un tipo que corrió 12 carreras de F-1 en 1991, afirmó sin temor a equivocarse que Alonso "recibió una descarga de 600 vatios", ni uno más, ni un menos, "y que una descarga así (una plancha doméstica tiene una potencia de 1.000 vatios) provoca situaciones de amnesia de todo tipo". De ahí que empiece a hablar de ictus, tumores, ataques epilépticos…, que llegaron a provocar, incluso, que quien prepara ahora las demandas, su mánager Luis García Abad, llegase a bromear sobre "la posibilidad de que fuese abducido por unos alienígenas". "Todo lo ocurrido resulta un poco inexplicable, pero es un asunto entre McLaren y Alonso. Y el equipo no quiere ni discutir sobre el accidente ni dar información", añadió Bernie Ecclestone, patrón de la F-1.

Todas las pruebas médicas realizadas solo pueden constatar que Alonso sufrió un golpe doble lateral en la cabeza de derecha a izquierda, fruto del cual tuvo un proceso de desorientación y pérdida momentánea de memoria. No hay ninguna prueba médica que detecte otros daños y los doctores han determinado que, en situaciones así, es mejor respetar el protocolo deportivo que se sigue, por ejemplo, en la Liga de Fútbol Americano (NFL) donde, a menudo, se producen procesos de conmoción cerebral de este tipo.

El cuadro de entrenamiento físico de recuperación sigue siempre un patrón que guarda este orden: reposo; ejercicio aeróbico (bicicleta fija); ejercicios sin contacto, entrenamiento con contacto controlado y, por último, participación completa en el entrenamiento. Alonso comenzó a entrenarse hace una semana y sopesa seguir con su preparación en Dubai, para buscar el buen tiempo y un horario más próximo al de Malasia, donde quiere reaparecer.

Temor al segundo impacto

Salir en bicicleta es lo que le gusta y Asturias, donde se encuentra ahora, no es el mejor lugar en este momento, inmersa en un invierno frío y gris, el enero y febrero más lluvioso de la historia, con solo seis horas de sol en los últimos 30 días.

Los médicos que atienden a Alonso en Asturias y el propio doctor de McLaren-Honda, Aki Hintsa, fueron quienes le aconsejaron no acudir a la primera carrera para evitar el "síndrome del segundo impacto", una precaución habitual que en F-1 han seguido muchos pilotos en los últimos años, entre ellos Hekki Kovalainen, que precisamente estuvo ingresado en el mismo hospital de San Cugat, también sin recordar nada del accidente con el McLaren en el 2008. Y volvió a las pistas siendo el mismo. Como Alonso.

No esperen ningún cambio, le verán igual que siempre, un piloto competitivo, ambicioso, cariñoso o huraño (según quién opine), y, seguro, igual de testarudo, aquello que él mismo define "como el principal rasgo de mi carácter".