«Ha sido una tortura»

Ricky Rubio planea su vuelta a los entrenamientos con los Timberwolves en diciembre

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LUIS MENDIOLA
Barcelona

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«He vuelto a sentirme jugador, por fin veo la salida».Ricky Rubio es elocuente cuando habla del proceso de recuperación de su rodilla izquierda, que encara ahora la recta final.

Hasta llegar a este punto, el base de los Minnesota Timberwolves ha vivido un calvario que se inició con una lesión de los ligamentos cruzado y lateral, en un choque fortuito frente a Kobe Bryant, cuando jugaba contra los Lakers el pasado marzo. Esos ocho meses apartado de las pistas los califica como una tortura. Y a eso hay que añadir el miedo de no saber si podría recuperarse. «Ha sido una tortura diaria. Ver a tus compañeros entrenar y jugar y no estar con ellos es durísimo. Igual que perderse los Juegos. Una auténtica tortura. Físicamente es duro. Pero mentalmente lo es más, aunque las dos situaciones son una putada», revelaRicky, que el 21 de octubre cumplió 22 años.

La parte más dura del proceso ha quedado atrás. Los médicos son optimistas después de la revisión de hace dos semanas. Desde finales de agosto, ha empezado a correr, a recuperar la musculatura de la pierna, a entrenar en la pista y a hacer tiro con uno de los ayudantes del técnico,Terry Porter, toda una leyenda de la NBA.

Ultima fase

Ahora, iniciará la última fase, la que prima la agilidad, que dura entre cuatro y seis semanas y, finalmente, podrá incorporarse a los entrenamientos del equipo en diciembre, lo que da una idea de que su vuelta puede producirse entre finales de ese mes y principios de enero. «Tengo muchas ganas de volver, pero todo irá en función de las sensaciones. No quiero forzar para estar un poco antes y correr el riesgo de volver a lesionarme. Ahora empiezo a notarme fuerte de piernas, me siento bien. Voy a la pista, cojo el balón y vuelvo a sentirme jugador. Todavía tengo sensaciones extrañas, pero poco a poco desaparecerán», destaca.

En este tiempo, con la excepción de una semana en Londres para seguir a España en los Juegos, se ha apartado del baloncesto. «Al principio sí que seguía todos los partidos, pero al ver que no podía jugar... En los Juegos tuve aún más esa sensación de añoranza, sobre todo después de que España ganara la semifinal, porque, por suerte, yo he vivido esa sensación en la pista».

Ahora, sin embargo, mira con ilusión a la temporada, consciente de que se acerca su vuelta, y también que los Wolves han trabajado duro en los despachos. «Han hecho un equipo que crea muchas expectativas y genera ilusión. Se habla de entrar en los play-off. Han incorporado gente con experiencia y talento como Kirilenko y Brandon Roy, y aunque hay que controlar la euforia cara al exterior, es verdad que entre nosotros son altas», resume.

El deseo de Ricky de reaparecer también está en los Wolves. El técnico Rick Adelman reconoció, en la presentación del equipo hace un par de semanas, que también echan al base de menos. «Aún estoy impactado de cómo nos afectó su baja», admitió ese día.

Hasta la lesión de Ricky, el equipo sumaba 21 victorias por 20 derrotas. A partir de entonces, fue una caída en picado: 5 victorias y 20 derrotas. «Si afectó fue más a nivel mental. Cuando el base se lesiona es duro. Lo mismo le ocurrió a Chicago con Rose. Esperemos que este año las cosas sean diferentes», considera Ricky. «La franquicia ha dado un paso adelante. Es un equipo más serio y con más veteranía».