Simeone esquiva los halagos y solo mira al Rayo

Partido a partido. Ese axioma incrustado en la mente de Simeone, convertido en el Che en la portada de La Gazzetta ('Comandante Simeone, el cholismo y la revuelta contra el tiki taka', titula el diario italiano) y que este sábado vivirá el choque en la grada por la <strong>sanción de tres partidos</strong>, durará hasta el final del último acto. Ahora, echada la persiana a la Champions, el Atlético mira al choque de este sábado (18.15 horas, Canal + Liga) en ese tránsito de pasiones en que se ha convertido el Calderón. Hasta allí llega el Rayo, que no quiere asomarse la abismo del descenso, del que le separan tres puntos.

Más que molestar, el Atlético se ha convertido en un equipo que despierta el pánico en los grandes. En casa lo ha comprobado el Madrid, incapaz de pasar del empate en el Calderón y zarandeado en el Bernabéu. En Europa, el Barcelona ha probado la medicina de hace dos temporadas y el Bayern ya apela a la brujería para remontar el 1-0 de la ida y que Guardiola no tenga que enterrar su tercera semifinal a manos de un equipo español.

Antes de todo eso, Simeone se agarra a un segundo puesto que defenderá por mucho que el martes le espere un buen dolor de cabeza en Allianz Arena. «Si hay algo que me pone contento es que estemos en esta situación, con jugadores jóvenes y nuevos con un gran presente y un mejor futuro», afirmó el argentino.

"VIVO DESDE EL EQUILIBRIO"

Antes del encuentro ante el Málaga, El Cholo no quiso hablar de la palabra éxito para definir la temporada. «Es mejor que la anterior. Nada más», apuntó el entrenador del Atlético. Este viernes esquivó los halagos para ponerse a pensar en el Rayo. «Los extremos nunca me gustaron. Ni la crítica ni el elogio desmedido. No lo considero justo. Siempre vivo desde el equilibrio, no me puedo alejar del día a día. Tenemos que hacer lo nuestro. Existen pocas opciones y la única válida es ganar nuestro partido», resaltó el entrenador argentino.

No quiso valorar la palabras de Piqué, que criticó las tretas del técnico rojiblanco que le han costado esa sanción de tres partidos por aquel segundo balón que voló ante el Málaga. «Es una opinión y no puedo opinar de una opinión», dijo Simeone. Sí lo hizo del hombre de moda y de su posible marcha. «No me da miedo que Saúl juegue en otro equipo», apuntó el técnico, que dejó fuera de la lista a Carrasco, que sigue recuperándose de sus problemas físicos.

Mientras, Paco Jémez reconoció que su equipo va al Calderón a sacar algo positivo. «El Atlético es uno de los rivales más complicados. Es capaz de jugar en distintas situaciones y tiene la moral alta, pero también se le hacen ocasiones», manifestó el entrenador del Rayo.