El estreno en la Champions

Piqué reivindica su derecho a defender el 9-N

Luis Enrique ve mucho margen de mejora en el Barça, que debuta en Europa ante el Apoel

MARCOS LÓPEZ
BARCELONA

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No era el tono de voz fresco, transparente ni tampoco simpático que suele caracterizar a Gerard Piqué. En su séptima temporada en el Camp Nou, y en una situación compleja en el equipo -Luis Enrique prefiere, de momento, a la pareja de centrales formada por Mathieu y Mascherano-, el defensa busca reencontrarse consigo mismo, expuesto más que nunca a la crítica, pero firme, también más que nunca, en sus convicciones personales. No solo fue a la Diada con su hijo Milan, sino que lo aireó públicamente colgando una foto en su cuenta de Twitter.

«Estoy a favor de la consulta porque es algo democrático. La gente tiene derecho a poder votar», pregonó Piqué en castellano. «No entiendo por qué se molestan, llevo desde los 16 años, más de 11 con la selección, dejándome la piel. Pero otra cosa es sentirme catalán», afirmó el defensa del Barça. «De mí no se tiene que dudar», dijo después asumiendo que se enfrenta desde hace tiempo a una situación extraña. Se le mira tanto en el campo como fuera. «Siento que hace tiempo que no se me valora solo por lo que hago deportivamente. En los años que me quedan de carrera sé que es algo con lo que voy a tener vivir, pero lo tomo con tranquilidad», dijo resignado. «Puedo mejorar muchísimas cosas. De hecho, si lees los diarios verás que lo puedo mejorar todo...», afirmó con ironía.

ALVES, A PUNTO / Expuestas sus ideas personales, Piqué mostró la ilusión de un novato para el reencuentro con la Champions esta noche en el Camp Nou ante el Apoel de Nicosia, el partido que será, al mismo tiempo, el debut de Luis Enrique en esta competición europea. «Que haya estrellitas y música antes, no cambia nada. Lo he preparado como un partido de Liga», dijo el técnico asturiano, que recupera a Alves para el choque, aunque sigue sin tener todavía a Vermaelen. «¿Alternancia en la portería? Tengo tres porteros muy buenos, tomaré la mejor decisión para el equipo. Y primero se lo diré a ellos», aseguró Luis Enrique, tremendamente feliz «por la actitud defensiva» que muestra su equipo.

«Cuando no tenemos el balón somos 11 defensas. Cuando lo tenemos somos 11 atacantes», afirmó orgulloso del compromiso que han exhibido los jugadores. Por eso apenas se ha visto a Bravo en los 270 minutos de Liga donde ha mantenido la portería a cero. Y puso como ejemplo el 1-0 al Athletic, obra de Neymar, tras asistencia previa de Messi que había recibido el balón antes de Busquets. «El primer gol es un trabajo defensivo de Sandro, que presionó muy bien a Laporte para que cometiera el error en el pase. Sin la presión del señor Sandro, no hay nada», enfatizó el técnico del Barça.

Después de revisar el vídeo del Barça-Athletic, Luis Enrique ensalzó a Neymar («es un jugador espectacular, su pasada temporada fue muy buena, tiene desequilibrio, gol...») y negó que Messi se quede en su faceta de asistente. «Hará muchísimos goles, seguro», dijo el técnico, que se siente «un privilegiado por dirigir a este grupo de jugadores» asumiendo tan solo el papel de «acompañante». Pero esta noche cuando se asome el Barça al Camp Nou, con la musiquita y las estrellas, Europa examinará con mucha atención la obra que está construyendo Luis Enrique.

«Queremos ser un equipo con diferentes soluciones, tener muchas opciones de gol, además de la de Messi, ser imprevisible para el adversario. Sé que me van a juzgar por los títulos, por eso quiero lograr el mayor número», afirmó el técnico, sometido a «una autocrítica» permanente. «Solo hay un objetivo, ser mejor equipo en cada partido».