El desenlace de las semifinales

Piqué pide «decisiones»

El defensa cree que toca replantearse el futuro con varias medidas urgentes«Al acabar la temporada, se hablará», dice Rosell

Thomas Müller celebra el pase con los aficionados alemanes.

Thomas Müller celebra el pase con los aficionados alemanes.

MARCOS LÓPEZ
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Aún en el campo, aturdido por haber vivido «la noche más dura como jugador del Barça», Gerard Piqué arrojó algo de luz en un miércoles para olvidar. Estaba ya Tito Vilanova enfilando el camino de los vestuarios, medio Camp Nou estaba vacío, desolado el otro medio que aún tenía gente, cuando el central, que fue uno de los mejores pese a meterse el 0-2 y fallar en el origen de la jugada que significó el 0-3, alzó la voz para alertar sobre el futuro:«Es un golpe muy duro, muy duro. Quizá hemos llegado justos y el año que viene se debe tomar algún tipo de decisión».

Todavía en caliente, Piqué detectó el error. El Barça no solo se había rendido en la segunda parte, tras el gol inicial de Robben, y con la gente marchándose a su casa, sino que claudicó también Tito con sus cambios. Primero retiró del campo a Xavi, después a Iniesta y el equipo, con Messi sentado en el banquillo durante los 90 minutos, fue irreconocible.«Quité a Xavi e Iniesta cuando pensé que no podíamos remontar»,afirmó Tito.

La denuncia de Piqué no pareció gustar demasiado al presidente Sandro Rosell. Tras las palabras protocolarias («quiero feclicitar al Bayern, ha sido superior al Barça, estoy muy orgulloso de mis jugadores»), el dirigente mostró su sorpresa: «¿Decisión? No sé a qué se refería Piqué, las notas son a final de curso, se aparca todo hasta final de temporada», contó Rosell para coincidir con el defensa.«Cuando se acabe la temporada será el momento de hablar, de tomar decisiones, de hacer lo que se deba».

Quejas arbitrales

Ahora, con Pep Guardiola, el autor de la obra camino de Múnich, lejos de Barcelona en el último año, le toca a Tito liderar esa reestructuración de un equipo que exige, como el mismo Piqué ha dicho, decisiones trascendentes. Y también muy valientes. Más allá del resultado doloroso e impactante («el 7-0 es abultado», confesó Rosell), volvieron los viejos vicios.«No hemos tenido mucha suerte en las diferentes eliminatorias con los arbitros. Pero a ver si tenemos más suerte en el futuro. Creo que el Bayern será campeón», dijo el presidente.

Además, el Barça llegó con plomo en las piernas.«El equipo dio todo lo que pudo. Quizá otras razones, físicamente no estamos del todo bien. Era demasiado para nosotros», afirmó Piqué, insistiendo en la necesidad de que «las personas que tomen decisiones de fichajes»lo hagan.«Cuando se cierre la Liga es hora de pensar y de tomar decisiones», recalcó.

Mientras Cesc negó que al Barça le faltara«hambre», sí que admitió que«los rivales no son tontos»ya que le han pillado el truco.«Jugamos contra un gran equipo, los demás nos conocen cada vez más, Madrid, Borussia, Bayern... Todos hacen lo mismo, con un 4-2-3-1, doble pivote físico y un media punta que nos tapa», añadió. Y, ya casi de medianoche, apareció Tito para frustrar revoluciones.«La plantilla aún es buena, no hay que cambiar a muchos, tenemos que recuperar a los que tenemos. Hacemos autocrítica, pero es interna».