Un penalti asesino (contra el Villarreal)

"La prensa de Madrid dirá que el Real ha remontado, sí, pero lo que nos ha matado ha sido el penalti que no lo era", dice el presidente Roig

Gil Manzano señala penalti pese a las súplicas de Trigueros, del Villarreal.

Gil Manzano señala penalti pese a las súplicas de Trigueros, del Villarreal. / AFP / BIEL ALINO

EMILIO PÉREZ DE ROZAS / BARCELONA

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Ni siquiera hizo falta llegar al minuto 93. Ni siquiera hizo falta que Sergio Ramos utilizase su magia, su privilegiada cabeza (perdón, cabezazo) para que el Real Madrid consumase otro de sus típicas remontadas, esta vez en Villarreal donde perdía por 2-0. Fue suficiente con que Bale les metiese el miedo en el cuerpo con un fabuloso cabezazo, estableciese el temible 2-1 y el árbitro extremeño Jesús Gil Manzano idease unas manos de Bruno dentro del área (manos que existieron, pero venían precedidas de un rebote de un compañero y, por tanto, no es penalti) para que Cristiano Ronaldo empatase (2-2) y se consumara la gesta. El cierre, cómo no, del partido lo firmó Morata, con otro gran cabezazo, que provocó que el antiguo Madrigal y nuevo estadio de la Cerámica concluyese los 94 minutos al grito de “¡así, así, así gana el Madrid!”.

La polémica jugada, que dio vida al Real Madrid, no solo supuso el empate sino, también, la expulsión de Fran Escribá, técnico local, y la desesperación de un más que sensato y riquísimo presidente, Fernando Roig, que, antes de empezar el partido, pidió la ayuda del video para los árbitros ante el micrófono de El Partidazo, de Movistar + y que, luego, al final, tras la polémica jugada se soltó la lengua. “Sé que la prensa de Madrid mañana (por hoy) hablará de la gran gesta del Real Madrid, de la gran remontada, pero la verdad es que a nosotros, lo que nos ha matado, ha sido un penalti injusto, que no lo era. Una mano, que no es mano.

Una mano, que es media mano, medio pecho y que, por supuesto, viene de un rebote en otro defensa y, por tanto, según lo que nos han enseñado los árbitros, nunca es penalti. Claro que como nosotros vamos de amarillo y ellos de blanco, tal vez nuestras manos se ven más que las de ellos. Y ellos han tenido una en su área, que el árbitro no ha señalado. Sí, el Real Madrid ha remontado, pero gracias a un penalti que no lo era”.

"NO ERA JUSTO"

"Ustedes me conocen, ustedes saben que nunca hablo de los árbitros, ustedes saben que trato de ayudarles”, dijo Escribá en Movistar+, “pero me gustaría contarles que, en pretemporada, cuando los árbitros vienen a darnos las charlas para explicarlos los cambios en el reglamento y su aplicación, siempre cuentan que las manos dentro del área, que vienen precedidas de un rebote de un compañero, no son manos, es decir, que no es penalti. Y, si la mano de Bruno ha sido mano, ha sido así, sin ser penalti, aunque yo creo que ni siquiera es manos”. Escribá, que fue expulsado “porque, sí, protesté al cuarto árbitro, eso sí, educadamente”, considera que “esa jugada ha sido clave, pues el penalti y el empate nos ha descentrado a todos, por lo que suponía el 2-2 y porque no era justo”.

“Yo, lo único que puedo decir es que supongo que por televisión se verá clarísimo que, de ser manos, vienen de un rebote y, por tanto, no es penalti”, contó Bruno, autor de la supuesta infracción que supuso el empate del Real Madrid en las botas de CR7. “No me puedo cortar la mano, ni el brazo. No puedo evitar que el balón me toque porque, insisto, viene de un rebote y, en ningún momento, en voluntaria. Lástima de esa jugada y de esa decisión arbitral, pues estábamos controlando y ganando al Real Madrid muy bien”.

Ni que decir tiene que el Real Madrid no abrió la boca respecto al penalti decisivo. “Lo dejo a vuestro criterio”, le dijo Emilio Butragueño a Mónica Marchante, de El Partidazo. “Hay mano. El árbitro la ha pitado. Mis jugadores dijeron que había mano”, comentó lacónicamente Zinedine Zidane.