Siga Curt: «Me pasé la travesía pensando en las chicas del Caribe»

Agua salada corre por las venas de Siga Curt, un empresario del sector editorial, apasionado del mar, que organiza el Gran Prix del Atlántico y que suma ya siete travesías a sus 48 años. «La primera, con 22 años, fue una aventura de verdad, entonces no había GPS ni teléfono satelital. Con un amigo estuvimos todo el viaje pensando en las chicas del Caribe» Santo Domingo era su destino, pero al llegar sus prioridades cambiaron. «Primero un bistec, luego una ducha de agua caliente y a continuación una cama con sábanas limpias durante toda la noche».

En otra regata el capitán del barco les confesó al llegar a América que no se había cambiado los calzoncillos desde el segundo día de navegación, cuando se habían puesto líderes. «Si vas bien no hay que hacer ningún cambio», dijo.

Siga Curt tiene otro truco para llamar a la suerte: «Siempre llevo un jamón y lo cuelgo del mástil. Le digo a la tripulación que sólo lo empezaremos cuando estemos a menos de una semana del destino. Así están motivados para ir más rápidos». En el mar también ha pasado malos momentos, como una tormenta interminable: «Tengo un recuerdo terrible, olas gigantes y el viento que no bajaba de 74 kilómetros hora». En quince días adelgazó siete kilos.