Luis Suárez

«Lo pasado, pisado»

JORDI TIÓ
BARCELONA

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Por unas horas vivió Luis Suárez liberado del castigo de la FIFA, un tiempo fugaz que saboreó con la ilusión de un niño desde la noche del lunes, cuando por primera vez pudo pisar el Camp Nou como futbolista y no como espectador, hasta ayer al mediodía, cuando fue presentado oficialmente por el Barça. Superado ese paréntesis de libertad, el delantero uruguayo volverá a la condena de los entrenamientos en la ciudad deportiva a la espera de que llegue el 25 de octubre. Y todo por un cruce de cables que le llevó a pegar  una dentellada al espigado Chiellini. No era la primera vez, era la tercera. De ahí la dureza de la FIFA. «La sanción es la que es y hay que aceptarla», afirmó Suárez, que admitió que ha empezado a poner remedio a ese mal hábito del bocado entre horas. «Sí, he tratado con profesionales adecuados», deslizó para explicar que ha visitado a un psicólogo, aunque no entró en detalles: «Es un tema privado y me lo reservo».

UNA LECCIÓN DE VIDA / No desveló en qué consiste esa terapia, pero sí explicitó lo mal que lo había pasado tras ser consciente de su error y de la dimensión del posterior castigo. Un dolor enorme invadió al jugador, que vio claro que «tenía que pedir perdón» y dar un giro a su forma de comportarse en el campo: «La lección es clara y la debo tomar conmigo mismo. Fui yo quien me equivoqué», admitió el azulgrana, con ganas de pasar página de una vez y mirar solo al futuro inmediato, que para él empieza en otoño. «Lo pasado, pisado», sentenció en una expresión muy uruguaya.

A pesar del dolor que le sigue carcomiendo -«fue lindo volver a jugar, pero es duro saber que no volveré hasta dentro de dos meses»- Suárez es feliz porque ha cumplido «un sueño que tenía desde chico». Una ilusión que temió que se frustrara tras la sanción en el Mundial -«me preocupé, no solo del fichaje sino de mi persona»- pero que finalmente se materializó, por más interés que mostraran otros equipos. «Había opciones de otros clubs, pero cuando el Barça se metió, no lo dudé», afirmó al contestar sobre el interés real que tuvo el Madrid en contratarle. Y no dudó porque Suárez hace años que tenía el color azulgrana metido entre ceja y ceja. «Todo el mundo sabe la relación que tengo con Barcelona por mi señora y su familia», dijo de sus suegros, que residen en Castelldefels.

SOBRELLEVAR EL DÍA A DÍA / La integración al equipo ha sido más fácil de lo previsto, a pesar de la dificultad inicial por tener que entrenar en solitario, alejado de las instalaciones del club mientras el TAS no se pronunciara. Luego llegó una liberación a medias. «Entrenar con los compañeros en el día a día, convivir con gente nueva, te hace pasar todo esto más rápido y espero que pase aún más. Me ha llamado la atención el gran ambiente que hay dentro del vestuario», destacó.

El internacional uruguayo, que ha firmado por cinco temporadas con el Barça y que tiene una cláusula de 200 millones, no se considera el fichaje estrella de la temporada a pesar de los 81 millones que ha costado. «Las estrellas están en el cielo. El Barça ya tiene jugadores muy importantes y yo vengo a ayudar y aportar», dijo el delantero, cuyo palmarés no se corresponde al de un crack mundial: ha conquistado una Liga con el Ajax (2011) y una Curling Cup con el Liverpool (2012).

TRES AMISTOSOS CON URUGUAY / Ahora inicia el reto de su vida en el Barça, aunque tendrá que esperar. «Mi cabeza está puesta en estos dos meses para entrenar duro y estar a disposición del entrenador cuando llegue el momento». Un momento que le llegará antes con su selección ya que Uruguay jugará tres amistosos entre septiembre y octubre ante Japón, República de Corea y Arabia Saudí. «Es una excelente posibilidad para que vaya cogiendo ritmo de competición», dijo Andoni Zubizarreta.

Suárez llega con el deseo de ayudar -«puedo jugar en cualquier posición del ataque»-, con el ánimo de ser uno más -«la calidad de Leo y Ney es espectacular. Mirando la primera  parte te daban ganas de aplaudir»- y consciente de la calidad de la plantilla: «Solo hay que ver a Munir, me sorprendió». A la espera de su hora, lanzó un mensaje tranquilizador ante el temor de que los defensas rivales le esperen con malas intenciones. «Que los fans estén tranquilos porque no lo volveré a hacer».