La otra mirada

Paloma del Río: "Hay gente que va a misa o al psiquiatra. Yo hago deporte"

La periodista, voz de la gimnasia y del patinaje artístico, ha cubierto 13 Juegos y tiene historias para escribir más de un libro

La periodista Paloma del Río, haciendo ejercicío en el club Canoe, cerca de Torrespaña

La periodista Paloma del Río, haciendo ejercicío en el club Canoe, cerca de Torrespaña / periodico

INMA GONZÁLEZ / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Aunque su rostro puede pasar desapercibido, su voz es inconfundible gracias a las trasmisiones de gimnasia y patinaje artístico para TVE. Pero con 13 Juegos a sus espaldas, Paloma del Río (Madrid, 1960) es también historia viva del olimpismo.

--Tras cubrir siete Juegos de verano y seis de invierno, seguro que tiene historias para escribir más de libro.

--De hecho, estoy moviendo mis memorias por varias editoriales. Se titulan Enredando en la memoria y en ellas narro los 29 años que llevo en televisión ligada al deporte, con anécdotas profesionales y personales.

--Cuénteme alguna.

--En Seúl-88, me planté con toda la cara ante Carlos Ferrer Salat y le dije que eran mis primeros Juegos y que si podía darme una entrada para la inauguración. Le dio un ataque de risa, pero me dijo que me pasara por el hotel, que la dejaría en recepción. Subí a un taxi con un conductor que no hablaba inglés, llovía a mares y pensé que no llegaba. Pero llegué y, efectivamente, en recepción tenían la entrada que me había dejado el entonces presidente del COE.

--En casi 30 años, ha intentado acercar al espectador un sinfín de deportes poco conocidos, como los saltos de trampolín, las carreras de caballos, la esgrima… ¿Cuál es el más complicado?

--Todos necesitan un aprendizaje, pero sin duda lo más difícil que he hecho es locutar una cinta sobre actividades subacuáticas. Me preparé para comentar esnórquel, pero aquello era como una yincana buceando, donde los participantes llevaban una especie de corcho atado a la cintura que flotaba y que permitía verificar si pasaban por los controles.

--¿Nunca le han tentado deportes como el fútbol?

--Hace unos años hablé con mi jefe y me preparé para transmitir un partido de fútbol. Pasé horas analizando un vídeo, pero luego pensé que era meterse en la boca del lobo sin necesidad. Si a los locutores hombres ya los cuestionan, imagínese a una mujer. Yo ya tenía un nombre y podía perder el prestigio de años en 90 minutos, así que desistimos.

--Desde el miércoles comenta para los aficionados al patinaje el Europeo de Estocolmo. Ha habido días que han sido casi 12 horas de competición. ¿Cómo aguanta?

--Afortunadamente, duermo poco. Me levanto a las seis y media y a las siete ya estoy en el Canoe, un club que está a cinco minutos de Torrespaña. Alterno el gimnasio con la piscina, cada día una hora. Lunes, miércoles y viernes hago media hora de elíptica, 10 minutos de carrera y un poco de musculación. Y martes y jueves, nado 1.500 metros. Lo necesito física y psicológicamente . Es un tiempo exclusivamente para mí, para poner mi cuerpo y mi mente en orden. Hay gente que va a misa o al psiquiatra, yo hago deporte.