LA PRETEMPORADA BLANCA

Paliza del Manchester City al Real Madrid

El conjunto de Guardiola vapulea al de Zidane por 4-1 en Los Ángeles

Los jugadores del City se abrazan ante los desafortunados futbolistas de Zidane

Los jugadores del City se abrazan ante los desafortunados futbolistas de Zidane / JCH

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Sin más, paliza del Manchester City de Pep Guardiola (4-1) al Madrid de Zinedine Zidane, en un ensayo sin éxito de los blancos en Los Ángeles antes de enfrentarse al Barça. El conjunto madridista solo aguantó 45 minutos en su segundo partido de pretemporada y aunque en los primeros 45 minutos tuvo algunas oportunidades en la segunda parte estuvo a merced de los 'citizens'. 

Zidane apostó por el mismo once inicial que frente al Manchester United tres días antes, con la salvedad de Casemiro por Kroos, ausente debido a unas molestias en el tobillo izquierdo, y Kovacic por Lucas Vázquez. El coliseo angelino vibró desde el primer instante con una presentación digna de la NBA (espectáculo de luz y sonido incluido y un desfile de jugadores más parecido a una 'premiere' de Hollywood) y un ambiente festivo.

El City toma las riendas

Keylor Navas fue el jugador más destacado del Madrid en la primera parte e impidió que el City se adelantara con acciones de Gabriel Jesús y Agüero, los más peligrosos junto a Kevin De Bruyne, un auténtico misil en ataque. Ya en la segunda parte, los jugadores de Guardiola tomaron mejores posiciones para dominar totalmente la situación ante un Madrid atosigado. 

Kiko Casilla, que entró tras el descanso, detuvo un gran cabezazo de John Stones, cuyo rechace fue aprovechado con rapidez por Otamendi, que firmó el primer tanto del duelo. Sterling, que había avisado instantes antes, hizo el segundo por el palo corto tras un estupendo pase de De Bruyne que dejó en evidencia a Nacho y Varane.

Jóvenes sin suerte

Zidane apostó entoces por los más jóvenes y el Madrid se encontró de inmediato con un tercer tanto, a cargo de Stones tras un inocente disparo en medio de la indolencia defensiva blanca. No era el día del Madrid, que recibió la puntilla de botas del español Brahim Díaz tras una gran conducción del balón. Óscar marcó el tanto del honor de los madridistas cuando ya perdían por 4-0.

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