VELA

"Me lo he pagado yo todo y no puedo ser más feliz"

Àlex Pella se ha convertido en el primer español que gana una prueba transoceánica en solitario, estableciendo un nuevo récord

Eufórico 8 Álex Pella muestra su alegría tras ganar ayer, a las ocho de la mañana, la Ruta del Ron, una de las regatas de mayor prestigio del mundo.

Eufórico 8 Álex Pella muestra su alegría tras ganar ayer, a las ocho de la mañana, la Ruta del Ron, una de las regatas de mayor prestigio del mundo.

EMILIO PÉREZ DE ROZAS / BARCELONA

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Se llama Àlex Pella Valette (Barcelona, 1972) y puede que a muchos de ustedes no les suene el nombre, pero que sepan que es uno de los mejores regatistas en solitario del mundo. Admirado en Francia e Inglaterra, acaba de convertirse en el primer español que gana una regata transoceánica, la Ruta del Ron, en solitario. Y, encima, con nuevo récord. Es más, destrozando por más de un día el récord anterior. De un francés, sí.

--Me cuentan que voló sobre el océano, tanto que incluso cuando llegó al puerto de Guadalupe, a la meta, no había ninguno de los suyos para recibirle. Tremendo ¿no? --

Extraordinario. No me importan muchos los récords, aunque yo, cuando me lanzo al mar, es para ganar. De recreo, me voy con mi familia. Y, sí, cuando llegué a puerto, no tenía ni amarre. Mi tía Sonia acababa de llegar. Mis padres, Nacho y Cristina, llegan hoy y mi novia, Lida, lo hará mañana. Ha sido una travesía fabulosa y un proyecto de amigos. Quisimos demostrar que nuestra vela, lejos de proyectos sin sentido, grandilocuentes e inútiles como la Copa América, que no dejó nada, cero, en casa, debería apostar por gente de aquí, capaz de codearse, en todo, con los mejores del mundo. De ahí que aceptásemos medirnos a los mejores del mundo con un velero diseñado, fabricado y puesto a punto en España. Y no es patriotismo, no; es simplemente pasión.

--Tiene, pues, mucho más mérito todo lo que ha conseguido.

--Tiene un mérito tremendo porque no hemos recibido ayuda alguna, no tenemos patrocinador. A mí me ha costado un año sin sueldo y 50.000 euros de mi bolsillo. Durante más de un año, me lo he pagado yo todo y no puedo ser más feliz de lo que soy. ¡Como si no vuelvo a regatear más en mi vida!

--Y el equipo ¿debe de estar como loco, no, porque se lo han currado?

--La gente no puede ser más feliz. Gonzalo Botín, el armador y líder del proyecto; su hermano Marcelino, uno de los mejores diseñadores del mundo, ahora en el proyecto del Prada italiano; Ximo López, el constructor; Antonio Piris, director técnico; Juan Meseguer, cuyas velas te permiten volar sobre el mar; Luis Guervós, que ha creado la electrónica de todo el velero y su compleja mesa de cartas y mi amigo Pablo Santurde, que ha sido como mi copiloto en tierra y durante los meses de preparación. Y los cito porque es toda la recompensa que tendrán: salir en la prensa, pues ellos también han trabajado gratis para este sueño. Insisto, pura pasión por el mar y la vela.

--¿Qué le han dicho sus rivales?

--Están flipando, locos de contentos porque un español haya ganado, arrasado, en su regata. Franceses e ingleses me han felicitado por la caña que les hemos dado. Me siento como Ángel Nieto cuando les ganaba a todos con aquella Derbi artesanal.

--La verdad es que Nieto les tenía absolutamente dominados a todos.

--Como nosotros, igualito, pues este grupo de apasionados españolitos les ha metido una caña a todos que no veas. Y ellos, nuestros rivales, lo han reconocido e, incluso, celebrado conmigo. A Nieto lo seguían pocos y miren la que se ha liado con las motos y los Márquez. Ya somos los reyes de todas las categorías ¡ojalá este triunfo de todos sirva para impulsar de verdad la vela en España!

--Más que Ángel Nieto, se diría que usted es Marc Márquez.

--¡Ojalá! Él ganó en Moto3, yo hice dos podios en la Mini Transat; el venció en Moto2 y yo acabo de ganar la Ruta del Ron; el ha arrollado en MotoGP y yo sueño correr la Vendée Globe, vuelta al mundo de tres meses, que es como la MotoGP de la vela.

--Debe ser duro, durísimo, estar 20 días en el océano, solo, sin dormir, rodeado de peligros ¿no? -

-Bueno, duermes a ratitos, media hora por aquí, media hora por allá. ¿Peligros? No piensas, es como si Márquez pensase que se va a caer en aquella curva que ha de trazar a 250 kms/h. No iría al circuito y punto. Lo más grave y duro es el estrés que sufres de chocar con ballenas o algún objeto. O sufrir una rotura que te deje fuera de la lucha por la victoria. Hay que derrotar al cansancio y para eso tengo mis trucos, que silencio. Lo peor, eso sí, es caerse al agua.

--¿Cual fue el momento más placentero de todos? ¿La llegada?

---Pues no, la salida. Oigalo bien: dos millones de personas nos despidieron en Saint Malo. Y, a las pocas horas, cuando pasamos frente al acantilado de Cap Fréhel, en la Bretaña, había 70.000 personas colgadas sobre el mar, aplaudiéndonos bajo un diluvio universal. Fue precioso.

--¿Y el peor momento?

--Pues justo entonces, cuando se me rajó una vela y me pasé cinco horas cosiéndola, remendándola como pude, con el barco volando a 25 nudos y olas de más de tres metros.