Olímpicos de corazón

Una gimnasta italiana del Special Team Prato ensaya su ejercicio con la cinta durante una sesión de entrenamientos de los Juegos Special Olympics.

Una gimnasta italiana del Special Team Prato ensaya su ejercicio con la cinta durante una sesión de entrenamientos de los Juegos Special Olympics. / periodico

RAÚL PANIAGUA / CALELLA

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Nuc, la mascota de Special Olympics Catalunya, es un simpático dragón que representa la fuerza y el coraje. Transmite ternura, simpatía y alegría, y simboliza los valores del deporte como el esfuerzo constante para conseguir mejorar día a día. Esa dedicación, ese espíritu de lucha, esa bondad la desprenden a la perfección los más de 1.600 deportistas con discapacidad intelectual que compiten desde el jueves hasta mañana en la 10ª edición de los Juegos Special Olympics, que se celebran en Barcelona y Calella.

No suelen tener demasiado eco mediático. Los focos se centran siempre en los deportistas de élite, pero su esfuerzo merece el reconocimiento de todos. Tienen limitaciones, pero no se rinden. Luchan y disfrutan. Son auténticos campeones y, quizá, los mejores exponentes de aquella ilusión del barón Pierre de Coubertin, fundador de los JJOO modernos, que soñaba con una competición de deportistas de todo el mundo «bajo el signo de la unión y la hermandad, sin ánimo de lucro, y solo por el deseo de competir por competir».El martes llegó a Barcelona la antorcha de los Juegos. El atleta Kilian Vera, de 41 años, encendió el pebetero de la plaza de Sant Jaume y leyó el juramento del deportista Special Olympic: «Quiero ganar, pero si no lo consigo, déjadme ser valiente en el intento». Porque Kilian, que también protagonizó un espot junto al azulgrana Luis Suárez, siempre ha sido valiente. Su madre, Aurora Ruiz, lo sabe muy bien. Nadie como ella para transmitir lo que se siente al sacar adelante a un hijo con discapacidad. «La sociedad está cada vez más concienciada. Antes, estas personas eran vistas como subnormales, ahora ya no se mira como un bicho raro a un niño con síndrome de Down. Es hora de que la gente dé la cara», relata. La primera medalla de estos certámenes es, sin duda, para los padres.

El deporte ha sido muy positivo para Kilian, que sufre una enfermedad mental y también fue diagnosticado de epiléptico y autista. «Le encanta correr desde pequeñito. Le aporta salud, disciplina, compañerismo, motivación... Lo vive como cualquier otro atleta, con sus nervios y sus cosas. Los familiares luchamos mucho pero apenas se habla de estos deportistas. Son chicos de tercera, cuarta o quinta. Es una pena». 

En 170 países

Kilian participa en los 200 metros, salto de longitud y relevos en Calella, donde tienen lugar otras ocho disciplinas: natación, fútbol sala, gimnasia, balonmano, hockey, petanca, tenis de mesa y bádminton. En Barcelona se celebra el tenis, la vela y el baloncesto. La mayoría de deportistas proceden de Catalunya, pero también los hay del resto de España y de países como Argentina, Italia, Suiza, Etiopía, Chile o la India.

La socióloga estadounidense Eunice Kennedy Shriver fue la fundadora de Special Olympics en 1968. Demostró que el entrenamiento continuo favorece el desarrollo físico, psíquico, emocional y social de las personas con discapacidad, al tiempo que mejora su autoestima y disciplina. En la actualidad, el movimiento abarca 170 países y alcanza a cuatro millones de deportistas con discapacidad intelectual.