EL GP DE ALEMANIA

El nuevo Márquez 2.0

El campeón de MotoGP más joven de la historia lidera el Mundial, con la peor moto, gracias a su nueva mentalidad. "Acabar segundo me quema por dentro, pero es lo que toca", afirma Marc

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EMILIO PÉREZ DE ROZAS / SACHSENRING (enviado especial)

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Marc Márquez (Honda) afronta la última carrera antes de irse de vacaciones con la sensación de haberse transformado en otro piloto. Igual de agresivo, pero más calculador. Igual de veloz, pero mentalmente más fuerte. Igual de vencedor, pero más calculador. Ahora es mucho mejor candidato al título que lo fue en 2015 "cuando aquellos tres primeros ceros de Argentina, Mugello y Barcelona, me enseñaron que en la primera parte del año no se gana el Mundial, a lo sumo lo puedes perder".

Márquez se ha transformado y sus rivales lo han notado. De ahí que la pequeña ventaja que ha adquirido en esta primera parte del campeonato (Alemania marca este fin de semana el ecuador del Mundial), con 24 puntos sobre Jorge Lorenzo (Yamaha) y 42 más que Valentino Rossi (Yamaha), empiece a parecer un muro para sus perseguidores. "Soy muy cabezota y todos los que me rodean, empezando por Emilio Alzamora, mi mánager, saben que, aunque me digan las cosas 40 veces, no aprendo hasta que me doy contra la pared. Antes iba más a mi bola y ahora me he dado cuenta de que, a veces, toca ser segundo, conformarse, aunque me queme por dentro".

GANAS DE VOLVER A GANAR

El líder de MotoGP se presenta en Sachsenring, "un circuito que me encanta porque tiene muchas curvas de izquierda", tras tres segundos puestos en MugelloBarcelona Assen. "Tengo muchas ganas de volver a ganar, muchas, pero si hay que acabar segundo, se acaba. Esos tres segundos puestos es lo que nos ha dado el liderato, el mando, la ventaja, el comodín en la clasificación y lo que, al final, te puede dar el título".

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Marc M\u00e1rquez","position":"PILOTO OFICIAL DE REPSOL-HONDA","text":"\"Esto no es darle a un clic en el coco y 'ahora s\u00e9 pensar'. He aprendido que el t\u00edtulo no se gana al inicio sino al final\""}}Márquez asegura que lo que le ha dado el liderato ha sido darse cuenta muy pronto de la moto que tenía y lo dura que iba a ser la temporada. "'Vale', que es más veloz que el pasado año, y Jorge van muy bien en todos los trazados. Se lo permite su moto. Lo que me ha hecho estar donde estoy es darme cuenta de que la pared a escalar era muy alta y empinada. Partía de una moto que no era la de mis rivales y la mentalidad de no verlo fácil ha sido lo que más me ha ayudado a superarme en cada carrera".

EL ÚLTIMO EN RENOVAR

No es de extrañar que, pese a tenerlo claro y fácil, Márquez haya sido el último magnífico en renovar por dos años más, como todos los demás. En 2014, en la última renovación, tenía la mejor moto; ahora, no. Y, no solo se lo ha pensando más, sino que ha exigido liderar el proyecto técnico de Honda y asegurarse que su equipo, liderado por Santi Hernández, trabajaría en las mejores condiciones. "No estaba, no, en la mejor situación para renovar. No teníamos la mejor moto, pero mi corazón sigue estando con Honda. Nos toca sufrir un poquito, pero sigo confiando ciegamente en mi fábrica".

Cuando se le pregunta si se ha hecho mayor de golpe, más conservador o ha hecho suyo el argumento de que 'más vale pájaro en mano que ciento volando', el nen de Cervera lanza a volar su sonrisa y dice: "Perdón, pero esto no es darle a un clic que hay en el coco o decidir 'bueno, ahora sé pensar'. No, no, esto no va así. Mi segunda parte del año pasado ya fue más regular. Mis primeros ceros de 2015, los que me hicieron perder el título, me demostraron que solo hay que arriesgar cuando puedes ganar, el resto no tiene sentido. Y, aunque no lo parezca, este año sigo arriesgando. En Montmeló, estuve a punto de caerme en el último giro. Tengo 23 años, por 29 de Jorge, 30 de Dani y 37 de Vale. Me queda mucho por aprender. Sigo siendo muy impulsivo, pero he aprendido a controlarme. Ahora sé que solo cuando me sienta cómodo en la moto, lo intentaré, no antes".

LA PRUEBA DEL ALGODÓN

Márquez, nada más llegar a Sachsenring, reconoce que la carrera de Assen, interrumpida, partida en dos sesiones, bajo la lluvia, con la pista convertida en un peligroso espejo y un hambriento y agresivo Jack Miller, fue la prueba del algodón.

"Fue una prueba de fuego, sí. En seco, Vale y Maverick (Viñales) eran velocísimos. En mojado, Rossi dominaba, Jorge tuvo problemas y, de pronto, apareció Miller, sediento de victoria. Era muy fácil equivocarse, tomar riesgos innecesarios con mis dos principales rivales fuera de los puntos y, la verdad, me admira la paciencia que tuve, más de la habitual".

ADMINISTRAR EL 'COMODÍN'

Lo que sí demostró la vibrante matinal en la catedral es que las diez carreras que restan serán una lotería. Viñales o los ducatistas ha hecho crecer la incertidumbre en cada GP y, como reconoce Márquez, hace que todo siga muy abierto.

"Soy el único que tiene un 'comodín', pero debería guardármelo para más adelante y no tengo muy claro que pueda hacerlo. No va a ser fácil administrar ese comodín. El secreto solo es uno: seguir trabajando con la misma mentalidad, pasión y ganas. No hay más, pues 'Vale' seguirá muy fuerte y siempre hay que esperar esa racha de dos o tres triunfos seguimos que Jorge suele encadenar cada temporada".