Gary Neville se enfrenta a la indignación valencianista

El técnico descarta dimitir tras el ridículo en la Copa pese a la ira mostrada por amplio grupo de aficionados

El entrenador del Valencia, Gary Neville, en el Camp Nou.

El entrenador del Valencia, Gary Neville, en el Camp Nou. / efe / Alejandro Garcia

FERNANDO FERRARI / VALENCIA

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Valencia vive entre la vergüenza y la indignación. Si la ciudad está en el ojo del huracán político por la presunta corrupción municipal, su club insigne de fútbol se encuentra en otro agujero negro del que nadie, de momento, aporta ninguna salida de emergencia. La demoledora derrota en el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey ante el Barcelona (7-0) ha soliviantado los ánimos de una afición hastiada de un equipo y un organigrama social y deportivo que no da ninguna satisfacción sino todo lo contrario.

La plantilla solo se ha limitado a pedir perdón y a conjurarse -una vez más- para "sacar esto adelante unidos", como dijo el controvertido y jaleado Cheryshev tras debutar con su nueva camiseta. Explicaciones tópicas que no contentaron a nadie y que causaron las primeras reacciones furibundas de la grada. Shkodran Mustafi, el campeón del mundo alemán del Valencia, fue explícito tras el encuentro. "El vestuario está en la mierda pero creo en este equipo y en este club, y por eso vine. Para muchos ha sido el peor partido de su carrera deportiva, pero hay que levantar la cabeza". Más de lo mismo.

"JUGADORES MERCENARIOS"

En la misma madrugada después del choque, dos centenares de seguidores valencianistas acudieron a la ciudad deportiva de Paterna para increpar a los jugadores a su llegada por el rídiculo que protagonizaron en el césped del Camp Nou. Hasta la Policía Nacional acudió al lugar para evitar males mayores. Hubo insultos y golpes y patadas a los vehículos, cuerpo técnico incluido. "Jugadores mercenarios", "Gary (Neville) vete ya" o Salvo, estafador", en referencia al anterior presidente y artífice de la venta del club al empresario Peter Lim, fueron las frases más esgrimidas.

La tensión siguió acumulándose el día después. Gary Neville decidió cambiar los planes y realizar un entrenamiento que, en esta ocasión, fue a puerta cerrada. Y de nuevo los aficionados se quedaron a esperar a los jugadores. Más insultos, más abucheos, sobre todo a Parejo, y solo ovaciones para Paco Alcácer, el delantero valenciano del equipo, que de momento tiene bula de la grada.

La anécdota del día fue cuando el portugués Andre Gomes paró su coche en la salida del centro de entrenamientos y enseguida fue rodeado de varios hinchas que le exigieron explicaciones y le dijeron que le daba "igual ganar que perder", a lo que el delantero le respondió: "¿Tú crees que a mí me gusta perder partidos".

PARTIDO DECISIVO ANTE EL BETIS

A pesar de la humillación, el club no ha ejecutado ningún movimiento oficial. Ya lo dijo el nuevo director deportivo Jesús García Pitarch. "Las decisiones se tomarán de forma interna", por lo que, hasta la fecha, el puesto de Gary Neville no peligra. El británico tampoco piensa en dimitir. Cuando fue preguntado por ello en la rueda de prensa posterior al choque, lacónicamente dijo: "Siguiente pregunta".

De esta forma todo sigue igual en Mestalla o peor. Prácticamente eliminados de la Copa y a cinco puestos del descenso a Segunda, el domingo afrontan ante el Betis una nueva final. Una situación que se antoja repetitiva mientras no obtengan una victoria que no conocen desde noviembre de 2015.