Nadal recupera su orgullo con una gran victoria en Indian Wells

Ni cuando decidió viajar a Indian Wells para probarse sobre el cemento del primer Masters 1.000 de la temporada, Rafael Nadal podía esperar que 10 días después acabaría mordiendo un nuevo trofeo en el desierto californiano. El tercero para su palmarés después de los conseguidos en el 2009 y el 2011. No solo eso. El 22º título Masters 1.000 de su carrera, nuevo récord en el circuito superando a Roger Federer. La victoria número 600 desde que comenzó profesionalmente 10 años atrás, que le permite además recuperar la cuarta posición mundial. La decisión no podía ser mejor y el premio tampoco.

Nadal ha luchado este domingo para conseguir su reto durante 2 horas y media, superando en la final al argentino Juan Martín del Potro por 4-6, 6-3 y 6-4. Una victoria de esas a las que el exnúmero 1 mundial tiene acostumbrados a sus seguidores. Un triunfo de corazón, de lucha por cada bola, de no bajar la guardia ni cuando las cosas parecen más complicadas. Ha empezazo adelantándose con 3-0, pero Del Potro ha reaccionado de forma espectacular. El argentino, que venía de ganar a Novak Djokovic, número 1, y a Andy Murray, número tres, buscaba la gran confirmación en esta final. La primera que disputaba de un Masters 1.000.

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Del Potro ha dado la vuelta al marcador para apuntarse la primera manga ganando seis juegos por solo uno de Nadal y, en el inicio del segundo set, se ha adelantado 3-1 en el marcador. Su golpe de derecha ha machacado una y otra vez a un Nadal que, lejos de la línea de fondo, se ha defendido como ha podido. Pero un solo error del argentino, que le ha costado perder el servicio en el séptimo juego, se ha convertido en una losa que el español ha sabido aprovechar para darle la vuelta al partido. Del Potro se ha venido abajo y cuando ha recuperado sus mejores golpes el balear ya le había roto tres veces seguidas el servicio y dominaba el tercer set por 3-1. No ha dejado escapar esa ventaja.

El mejor regalo

Nadal ya había dicho que llegar a esa final era un superregalo, pero el tenista mallorquín quería ponerle el mejor lazo al premio. Un cheque de un millón de dólares, 1.000 puntos para el 'ranking' ATP y, lo más importante, el mejor golpe moral para su retorno al circuito. Una victoria para sentirse orgulloso y ver compensados sus esfuerzos y su trabajo durante siete meses y medio fuera de las pistas. La confirmación de que está de regreso y preparado para la lucha, aunque posiblemente la próxima semana descarte jugar el Masters 1.000 de Miami para dar descanso a sus maltrechas rodillas.

"Esta es posiblemente una de las victorias más emotivas de mi carrera", ha asegurado ante los 16.000 espectadores que han llenado las gradas de la central de Indian Wells. Este es el tercer título que suma el manacorense desde que ha vuelto a las pistas, tras los conseguidos en tierra en Sao Paulo y Acapulco.