TENIS . ABIERTO DE EEUU

Un Nadal desdibujado y Ferrer pasan ronda en Nueva York

El manacorí se medirá con Fognini después de vencer en tres sets a Schwartzman

Rafael Nadal durante su partido de segunda ronda en el Abierto de Estados Unidos

Rafael Nadal durante su partido de segunda ronda en el Abierto de Estados Unidos / periodico

IDOYA NOAIN
NUEVA YORK

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El mayor duelo que Rafael Nadal está librando en su retorno al Abierto de Estados Unidos es consigo mismo. Ayer, frente a Diego Schwartzman, un argentino de 23 años que ocupa el puesto 72 en la clasificación mundial, el campeón de 14 grandes volvió a recorrer una montaña rusa de altibajos en su juego en la que hace unos años costaba imaginarle. Con un 7-6 (7-5), 6-3 y 7-5 se aseguró el pase a tercera ronda, pero dejó pocas muestras de la agresividad con la que él mismo se ha marcado su camino para volver a la cumbre.

Fue, como dijo él mismo, "una batalla dura", más de lo esperado, intensificada por el calor y la humedad pero especialmente compleja después de que desaprovechara la oportunidad de llevarse el primer set sirviendo 5-3. Y aunque se concentró más en el segundo set, el recorrido hasta la victoria no fue un paseo y Nadal, que ayer fue desplazado por la organización a la pista Louis Armstrong, confesaba sentirse "afortunado de haber pasado" a la siguiente ronda.

Allí le espera el italiano Fabio Fognini, 32 en la clasificación mundial, su verdugo en Río y en el Godó y al que él se impuso en Hamburgo, uno de los tres únicos títulos de su más difícil temporada.

FERRER, CON CONFIANZA

Ni David Ferrer ni su equipo saben muy bien qué pasó. Durante dos meses, el tratamiento para la lesión de codo que llevó al de Xàbia a retirarse de Wimbledon y le alejó de las pistas no hacía efecto. De repente, todo cambió y empezó a recuperarse a pasos agigantados en diez días. Este Abierto se presentaba como la oportunidad de volver y ver cómo el número 7 del mundo podía actuar, consciente de que tendría que convivir con el dolor. Y su segunda victoria, ayer frente al serbio Filip Krajinovic, le ha probado que molesta pero no frena.

Ferrer superó el calor y los problemas con su saque en el segundo set y se aseguró con un 7-5, 7-5 y 7-6 (7-4) el pase a tercera ronda. Allí le espera el francés Jeremy Chardy, número 28 del mundo, pero Ferrer quería darse ayer al menos unas horas "para disfrutar del momento», de este regreso en el que no las tenía todas consigo y en el que ahora se siente «cada día con más confianza", aunque sienta aún las limitaciones en los primeros saques y al devolver cortado. Incluso se ha quitado el vendaje que se puso el primer día, porque "quita elasticidad a la hora de sacar".

LÓPEZ Y BAUTISTA

Una ruta bien distinta hasta la tercera ronda tuvo ayer Feliciano López, que no estaba para demasiadas celebraciones. El toledano se impuso 2-6, 6-3, 1-6, 7-5 y 6-3 a Mardy Fish, el estadounidense que pasó un par de años alejado de las pistas por problemas de ansiedad y físicos y que había anunciado de antemano que se retiraría tras este Abierto. Frente a un López desdibujado, Fish tuvo en su mano la victoria sirviendo en el cuarto set con 4-5. Se desvaneció, no obstante, tras desaprovechar esa oportunidad y en el quinto se hundió bajo los calambres, un final que López sabía injusto. "Merecía haber ganado, ha sido mejor jugador", decía el decimoctavo tenista del mundo, que definió a Fish como "un auténtico caballero".

López se medirá en tercera ronda al canadiense Milos Raonic, décimo cabeza de serie, que avanzó ayer dejando en el camino a Fernando Verdasco con un 6-2, 6-4, 6-7 (7-5), 7-6 (6-1). También jugará, contra el belga David GoffinRoberto Bautista Agut, que ganó a Pablo Carreño Busta por 4-6, 6-4, 6-0, 2-6 y 6-4.