Nadal afronta un duro reto ante Djokovic

b razos extendidos al cielo. Máxima felicidad. Rafael Nadal no ocultaba la alegría por su pase  a las semifinales del torneo de Montecarlo. Después de dos horas y 45 minutos de batalla sin cuartel con David Ferrer, el exnúmero 1 mundial doblegó el brazo de su amigo para ganarle por 6-4, 5-7 y 6-2. Una victoria para quitarse la ansiedad con la que había llegado al Country Club tras un inicio de temporada preocupante.

Nadal ya está donde quería. Siente que pisa tierra segura. Un territorio en el que ha conseguido 327 victorias en su carrera por solo 25 derrotas. Superar a Ferrer era un paso vital para sentir que las piezas de su juego empiezan a estar colocadas como quería. Hoy (15.30 h., Canal+) disputará una de las semifinales de Montecarlo (la décima  de su carrera desde que debutó en el 2003) ante el número 1, Novak Djokovic.

BERDYCH-MONFILS, LA OTRA / Será una final adelantada. El duelo número 43 entre ambos (23-19 para el mallorquín de momento) pero que posiblemente llega en un mal momento para Nadal aunque esté jugando en uno de sus jardines preferidos. Djokovic llega a la cita en gran forma tras haber ganado los títulos del Abierto de Australia, Indian Wells y Miami, y sus últimos 15 partidos.

En Montecarlo, el tenista serbio solo ha perdido 12 juegos en los tres partidos que ha jugado. Ayer se deshizo del croata Marin Cilic, campeón del  Abierto de EEUU el año pasado, en 65 minutos (6-0, 6-3). Igual de rápido se clasificaron los otros dos semifinalistas. El checo Tomas Berdych, que aprovechó la retirada de Milos Raonic, lesionado, con 5-2 a su favor, y el francés Gaël Monfils, que  se deshizo del búlgaro Grigor Dimitrov (6-1, 6-3).

Nadal tuvo que sufrir  más. Ferrer no le puso las cosas fáciles hasta darle la mano. Tras perder el primer set, el alicantino, que le eliminó el año pasado en cuartos, le arrebató el segundo set con 5-3 en contra y, en el tercero, no dejó de luchar hasta el último punto, a pesar de que el marcador no demostrara la paliza a la que se sometieron ambos sobre la pista y que hoy Nadal puede pagar.

PIROPOS DE LOS DOS / Nadal sabe que no llega a la cita con Djokovic en el mejor momento. «El partido me llega un poco pronto. No he sido consistente en los últimos meses, pero estoy aquí, ¿Será suficiente contra Novak? Ya veremos. Yo no soy el favorito, obviamente», reconocía.

El jugador mallorquín señaló al serbio como «el mejor jugador del mundo. Lo gana todo, es casi perfecto y aquí ha ganado sus partidos sin problemas. Será difícil de frenar. Aún no tengo el mejor ritmo para este tipo de partidos intensos. Este es un gran reto», recalcó.

Su rival de hoy tambien se mostraba cauto. «Va a ser el desafío más grande que se pueda tener sobre tierra», admitía Nole, que se siente preparado para afrontarlo. «No estoy cansado y físicamente me siento bien, pero voy a tener que estar muy concentrado y mantener un alto nivel de tenis para ganar. Rafa ha ganado ocho veces aquí», insistió el número 1 mundial que, en Montecarlo, juega su primer torneo de tierra de la temporada y que ganó el título en el 2013, además de haber perdido dos finales anteriores en el 2009 y el 2012, precisamente ante Nadal.

Los dos son conscientes de que el partido de Montecarlo es el primero de una serie que debe seguir en Madrid, Roma y que finalizará en París, donde el año pasado jugaron la final de Roland Garros y donde Djokovic tiene puesto el punto de mira para llevarse el único grande que le falta.