GANÓ DOS MASTERS DE AUGUSTA Y TRES ABIERTOS BRITÁNICOS

Muere Severiano Ballesteros a los 54 años

El mejor golfista español de la historia fallece tras haber luchado los últimos dos años y medio contra un tumor cerebral

Severiano Ballesteros

Severiano Ballesteros / ANDREA COMAS

JOAN CARLES ARMENGOL / Barcelona

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Después de luchar durante casi tres años contra un cáncer, Severiano Ballesteros ha cedido finalmente en su titánica lucha la madrugada del sábado, y ha fallecido en su casa de Pedreña (Cantabria) a los 54 años. Al mediodía del viernes, un comunicado de la familia del exgolfista ya informaba de un «empeoramiento severo» de su estado neurológico, y remitía a la página web del deportista para informaciones sobre cualquier cambio en su gravísimo estado de salud, a la vez que agradecía «todos los apoyos» que tanto Seve como la familia vienen recibiendo.

El estado de salud de Ballesteros empeoró la tarde del jueves, desde cuando permanecía sedado y recibiendo cuidados paliativos. El mundo del golf y del deporte en general quedó impactado con las alarmantes noticias que llegaban de Santander. Finalmente, el tiempo de Seve se ha acabado y, con ello, la vida del deportista que despertó el interés por el golf en España y que restituyó el orgullo de este deporte en Europa, ya que gracias a su aportación se acabó con el dominio de Estados Unidos en la Copa Ryder, la competición que cada dos años mide las fuerzas de los dos continentes.

Cinco grandes

Ballesteros, considerado el mejor golfista europeo de todos los tiempos por la prestigiosa revista Golf Digest, alcanzó cotas de popularidad infinitamente más altas en el Reino Unido o EEUU que en España. El viernes, las ediciones digitales de diarios como The Times y The Guardian recogían en su portada la alarmante noticia sobre el estado de salud del golfista. A media tarde, The Times reproducía unas palabras del hemano de Seve reconociendo que el excampeón estaba «cerebralmente muerto».

Ballesteros, Sevvy para los anglosajones, saltó a las primeras páginas cuando en 1979, con apenas 22 años, sorprendió a todo el mundo al ganar el Abierto Británico. Luego seguirían otros dos títulos en ese torneo (1984 y 1988) y dos chaquetas verdes en los Masters de Augusta de 1980 y 1983, para completar un total de cinco títulos de Grand Slam.

Entre 1976 y 1995, Seve ganó 87 títulos (48 de ellos en el circuito europeo) y se consagró como el líder indiscutible del golf continental. En 1985 llevó al equipo europeo a la primera victoria sobre EEUU en al Copa Ryder desde 1957. Dos años después, Europa ganó por primera vez en suelo norteamericano. En total, el golfista cántabro ganó tres veces la Ryder y una más, como capitán, en 1997, la primera vez que se jugaba en España (Valderrana. Cádiz). Su juego espectacular, forjado en sus años de cadi en Pedreña, conquistó no solo títulos y honores, sino el corazón de los aficionados, ansiosos por contemplar como salía de los apuros más insospechados con sus insólitos golpes.

Espíritu de lucha

La vida de Ballesteros, que se retiró definitivamente en el 2007 tras varios intentos de regresar pese a sus dolores de espalda, se vio brutalmente golpeada por la aparición de dos tumores cerebrales, del tamaño de dos pelotas de golf, que le obligaron a pasar cuatro veces por el quirófano y a permanecer ingresado por espacio de 72 días en el Hospital de La Paz de Madrid.

El 6 de octubre del 2008 se desvaneció en el aeropuerto de Barajas y, unas horas después, mientras cenaba con su sobrino Iván. Hasta mediados de diciembre no recibió al alta médica, solo para entrar en un ciclo de quimioterapia, radioterapia y reeducación, ya que perdió gran parte de la sensibilidad en la parte izquierda del cuerpo.

En esa difícil situación, Ballesteros demostró una vez más su indesmayable espíritu de lucha. «A lo largo de toda mi carrera he sido uno de los mejores en superar los obstáculos en un campo de golf. Ahora quiero ser el mejor en afrontar la parte más difícil de mi vida con todas mis fuerzas», aseguró al salir del Hospital de la Paz de Madrid.

Ánimos del Rey

El propio rey Juan Carlos felicitó el 3 de junio del 2009, en el Día de las Fuerzas Armadas en Santander, a Ballesteros por su recuperación. «Eres un ejemplo, Severiano», le dijo. El exgolfista ha dedicado los últimos meses a promover la fundación que lleva su nombre, que tiene como objetivo colaborar en las investigaciones contra el cáncer.

La noticia ha golpeado con fuerza a todo el mundo del deporte español. Rafael Nadal, desde Madrid, le definió como «un ejemplo para la sociedad, los deportistas y los niños», y destacó la suerte de haberle conocido e incluso haber jugado a golf con él. «Le deseo muchos ánimos a su familia», dijo Nadal, otro número 1.

Desde el RCG El Prat, en Terrassa, donde se está disputando el Abierto de España, sus compañeros más allegados, como Chema Olazábal y Miguel Ángel Jiménez, no pudieron contener las lágrimas al conocer al agravamiento irreversible de su enfermedad. Las palabras se ahogaron en sus gargantas.