QUEJAS POR LA LABOR DEL ÁRBITRO

'Mou' declara la guerra

El técnico abre un cisma en el club por sentirse solo

Mourinho, preocupado, ayer.

Mourinho, preocupado, ayer.

CARLOS F. MARCOTE
MADRID

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Al borde de un ataque de nervios colocó el Sevilla al Madrid. Cerca de un colapso que hubiese propulsado al Barça hacia el título. En el banquillo blanco ya se lo temían incluso antes del descanso y mientras los jugadores enfilaban hacia el vestuario, el preparador de porteros, Silvino Lauro, montó el número, se enzarzó con los colegas visitantes e hizo rodar por los suelos al mismísimo delegado de campo del Madrid, Agustín Herrerín.

Los nervios a flor de piel tenía todavía Jorge Valdano una vez terminado el partido y por eso seguramente disparó con todo hacia Clos Gómez tras aclarar que él no habla de los árbitros. «Ha estado totalmente superado por el partido. No tuvo un criterio uniforme y cometió errores de gran entidad», declaró el director general.

Luego llegó José Mourinho a la sala de prensa y agitó un folio con una lista con «trece errores graves» que alguien le había preparado y que después se negó a detallar. Anunció, eso sí, que expondrá sus quejas directamente a Florentino Pérez, poniendo en evidencia a Valdano, con quien mantiene una tensa relación, y abriendo un cisma en el club. «Tenemos un club y un organigrama, y quiero que la gente defienda a mi equipo, no solo yo», afirmó.

«Trece errores y mamma mía. Se han creado las conexiones perfectas para que la ventaja de dos puntos del Barça fuera a más. Con lo que ha pasado ha sido una grandísima frustración para quien quería que hoy estuviéramos a cuatro o cinco puntos», añadió el técnico portugués, que al menos admitió que él no habría pagado ni un euro por ver al Madrid ayer y que incluso hubiese cambiado de canal.

El Sevilla no estaba menos disgustado por el arbitraje. «Lo ha visto toda España. La presión que meten aquí al colegiado es enorme. Se le echan encima los de dentro y los del banquillo. Es una táctica entrenada, perfectamente diseñada para que el árbitro no pite con la tranquilidad debida», dijo Del Nido, el presidente sevillista.