Mireia Belmonte conquista en los 200 mariposa el oro que le faltaba

La campeona olímpica se impone en una gran final y suma su segunda medalla en Budapest

Mireia Belmonte, en los 200 metros mariposa.

Mireia Belmonte, en los 200 metros mariposa. / periodico

Joan Carles Armengol

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Mireia Belmonte ha conquistado en Budapest el oro que le faltaba. En una gran final de los 200 metros mariposa, la nadadora badalonesa de 26 años se ha impuesto a todas sus rivales y ha logrado su primer título mundial en piscina de 50 metros. La catalana ha ganado con un tiempo de 2.05.26, por delante de la alemana Franziska Hentke (2.05.39) y de la ídolo local Katinka Hosszu (2.06.02).

"Estoy supercontenta porque es la medalla que me faltaba", ha asegurado la nadadora catalana nada más salir de la piscina, donde ha efectuado una auténtica demostración de talento, poder y estrategia. Belmonte tenía el oro olímpico de Río 2016, en la misma prueba, y había sido cuatro veces campeona de Europa, pero nunca había conseguido un título universal en piscina olímpica (50 metros). Desde este jueves, ya tiene la 'triple corona' que la acreditada, desde luego, como la mejor nadadora española de la historia.

Sufrimiento en los últimos 50

La final ha sido trepidante. Belmonte no ha esperado al último largo para atacar, como es habitual en ella, y ha cimentado su éxito en los dos largos intermedios. Ha pasado por los 50 metros en 28.61, sexta a 41 centésimas de la surcoreana Sehyeon An, pero a mitad de prueba ya iba segunda, a solo 14 centésimas de Hosszu. En el tercer largo se ha puesto líder (1.32.81), con 35 centésimas sobre Hentke y 51 sobre la húngara. En los últimos 50 metros le ha tocado sufrir a la española, que veía como la alemana se le echaba encima en los últimos aleteos. La última brazada se le ha hecho larga a Belmonte, que no acababa de alcanzar nunca la pared. Pero la ventaja adquirida con su valiente estrategia le ha valido para tocar con 13 centésimas sobre Hentke y 80 sobre Hosszu, en una final dominada por las europeas, seguidas de las asiáticas y sin presencia de estadounidense ni australianas.

Belmonte no necesitó batir su récord de España (2.04.78 desde los Mundiales de Barcelona del 2013) para lograr el oro que le faltaba, pero sí lograr la mejor marca mundial del año y reeditar prácticamente a la centésima el 2.05.25 que le dio la plata olímpica en Londres 2012. El oro olímpico de Río 2016 cayó con 2.04.85, con solo tres centésimas de ventaja sobre la australiana Madeleine Groves, ausente en Budapest.

 "No he visto nada. Hosszu estaba en el otro lado de la piscina y no podía controlarla. Sabía que los últimos 50 metros iban a costar, pero he luchado la final y he tenido la suerte de ganarla", ha asegurado una Mireia Belmonte que por la mañana se encontraba mal, según ha confesado. "Estaba muy resfriada y me encontraba fatal, pero pensaba que al menos a la piscina me iba a tirar". Y claro que se tiró. Se tiró para conquistar el objetivo más claro que le faltaba en su carrera deportiva y para sacarse la espina de su ausencia en el anterior Mundial, el de Kazán (Rusia) del 2015, al que no pudo acudir por una doble lesión en los hombros que la dejaron en casa.

El precedente de Nina

El oro de Belmonte en los Mundiales era, efectivamente, el único que le faltaba en su extraordinario palmarés. La nadadora badalonesa ya era campeona olímpica (precisamente de los 200 mariposa, en Río 2016) y cuatro veces campeona continental en tres ediciones distintas de los Europeos (en 200 mariposa, 200 estilos y dos veces en 1.500 libre), pero nunca había sido campeona del mundo en piscina larga (50 metros). Sí que había subido ya cuatro veces al podio, con la plata del pasado martes de 1.500 en Budapest y, hace cuatro años, con las platas de 200 mariposa y 400 estilos y el bronce de 200 estilos en Barcelona 2013.

Con la de este jueves, Mireia suma ya cuatro medallas olímpicas (dos platas en Londres 2012, y un oro y un bronce en Río 2016) y cinco medallas mundialistas (tres en Barcelona 2013 y dos en Budapest). Además, atesora 13 medallas en Europeos, para un total ya de 22 en grandes competiciones internacionales disputadas en piscina larga.

El oro de Belmonte es también el segundo de una nadadora española en unos Mundiales. El único precedente era el de la espaldista nacida en Moscú Nina Jivanevskaia, que ganó los 50 metros en Barcelona en el 2003. En hombres, el único campeón mundial absoluto fue Martín López Zubero, dos veces, en 200 espalda en Perth-91 y en 100 espalda en Roma-94. Belmonte ha deshecho el empate que mantenía con Zubero a cuatro medallas en Mundiales. 

La medalla de la badalonesa es también la cuarta del equipo español en Budapest 2017, sumando las dos suyas y las dos platas de la semana pasada de Ona Carbonell en natación sincronizada (solo técnico y solo libre). Otra medalla está asegurada con el waterpolo femenino (oro o plata) y quedan la final de este viernes de Jessica Vall en los 200 braza (a la que ha entrado con la sexta marca) y, sobre todo, las dos pruebas más que le quedan a la inspirada Belmonte, los 800 libre (este viernes eliminatorias) y los 400 estilos.