EL REGRESO DE UNA SUPERCAMPEONA

Mireia apunta más alto

La nadadora, que viene de ganar cuatro oros y batir dos récords en los Mundiales de Doha, no cree que el 2014 vaya a ser su mejor año «Aún tengo mucho margen de mejora», asegura

Bienvenida 8 Mireia Belmonte recibe un ramo de flores de manos de su madre, ayer a su llegada al aeropuerto de El Prat.

Bienvenida 8 Mireia Belmonte recibe un ramo de flores de manos de su madre, ayer a su llegada al aeropuerto de El Prat.

JOAN CARLES ARMENGOL/ BARCELONA

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Mireia Belmonte no para. Llegó ayer de manera triunfal de los Mundiales de natación en piscina corta (25 metros) de Doha y, tras seis horas de vuelo, se fue a entrenar al CAR de Sant Cugat. El 2014, ese año triunfal en que se ha salido, todavía no ha acabado para ella. De viernes a domingo afrontará en la piscina de Can Llong de Sabadell el Campeonato de España de invierno con un programa tan intenso como el que tuvo en Catar, donde nadó seis pruebas. Solo cambiará los 100 metros estilos por los 1.500 libre.

Competir y entrenar. Pero sobre todo competir. Ese es el libro de ruta que la nadadora badalonesa de apenas 24 años, junto con su exigente entrenador, el francés Fred Vergnoux, se ha fijado hasta llegar a la cita olímpica de Río 2016, dentro de un año y medio, donde espera mejorar las dos medallas de plata de Londres 2012 y alcanzar por fin, alguna de oro. Ese objetivo y obtener algún récord en piscina larga (actualmente ostenta cuatro en corta), así como brillar en los Mundiales de Kazán (Rusia) del próximo verano, son sus objetivos para adornar una trayectoria forjada a base de grandes retos.

«El secreto es competir, competir todo el año, y olvidarte de si estás cansada, si llevas mucho volumen de trabajo o si estás con mucha gimnasia encima. Luego es verdad que hay picos de forma, que coinciden con el Open de España de marzo, donde deben lograrse las marcas mínimas, el gran campeonato del verano y el gran campeonato de invierno. Pero yo intento competir bien todo el año», afirma Mireia Belmonte, explicando así las claves de su éxito, mantenido en el tiempo. A las dos medallas de plata olímpicas del 2012 sucedieron las tres (dos platas y un bronce) en los Mundiales de Barcelona 2013 y las seis (dos de cada metal) en los Europeos absolutos de Berlín 2014.

El valor de Doha

Pero, pese a todos esos logros, Mireia confía en que su mejor año esté todavía por llegar. «Nunca sé qué contestar cuando me preguntan si este ha sido mi mejor año o si estoy en el mejor momento de mi carrera. Espero que este 2014 no sea el mejor año porque aún tengo mucho margen de mejora», asegura Mireia, esperanzada ante lo que le queda por delante. Ayer posó con las cuatro medallas de Doha mientras acariciaba a su juguetón perro London y antes de recibir un monumental ramo de flores de su madre. Acicates, todos ellos, para prepararla a los nuevos retos que afronta. «El 2014 ha ido muy bien, y es el comienzo de lo que vendrá, que son los Mundiales de Kazán y los Juegos de Río. Y al 2015 le pido que todo vaya bien y que yo siga con la misma fuerza y las mismas ganas y que, sobre todo, no pase nada extraño».

Mireia, al contrario que algunos, valora como muy importantes los resultados conseguidos en Doha. «Yo creo que el nivel es similar a unos Mundiales de 50, porque compites contra los mejores y la exigencia es máxima porque todo es más rápido y hay muchos más virajes. Mi lucha con la húngara Hosszu [cuatro medallas de oro, tres de plata y una de bronce] ha sido buena porque es importante que haya rivalidad sana dentro de la piscina, eso hace que la competición sea más emocionante».

Y, sobre la valoración histórica de su figura en el deporte español, Mireia quiso ayer frenar en seco el río de elogios: «Creo que decir que soy la mejor de la historia es precipitado. Me quedan muchas cosas por hacer, espero que muy importantes, pero ahora aún no me puedo comparar con las grandes campeonas».