Mira, Chicharito, estas son mis Copas de Europa

Emilio Pérez de Rozas

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La escena se produce por partida doble en menos de dos meses. La primera ocurre poco después de que el Madrid gane la décima y consiste en ver cómo el presidente blanco acude, en solitario, ni viejas glorias, ni galácticos, ni capitanes, ni ná de ná, a la sala del Santiago Bernabéu que contiene la iluminada vitrina con las nueve y «esta que traigo yo en mis manos», solito, que es la que el madridismo más ansiaba. En serio, aquella imagen me impactó, porque pensé que alguien más podía haber  acompañado al presidente. Siempre y cuando el presidente no considerase, que parece que sí, que esa décima le corresponde solo a él.

Y esa sensación tuve ayer, de nuevo, cuando el propio Florentino Pérez recibió, tras una preciosa puerta de madera, a Javier Hernández Chicharito, el último refuerzo, que no fichaje pues solo viene cedido, fruto, tal vez, del ridículo de San Sebastián. Y digo que quedé pasmao porque tampoco allí había nadie (claro que el Madrid es el único club del mundo sin director deportivo) para acompañar al presidente, que abrió los brazos mientras miraba al goleador (casi exgoleador, la verdad) como diciéndole «mira, Chicharito, estas son mis Copas de Europa».

Los negocios del presidente

La verdad es que el madridismo esperaba que, después de todo el ruido que han hecho anunciando el fichaje de Falcao, apareciese por esa puerta el auténtico goleador colombiano del Mónaco. Y, mira por donde, resulta que el nuevo Madrid también adquiere saldos, ya que Chicharito, grande hace años, es un cedido, descartado por Van Gaal para acoger en su seno a... Falcao, el que quería, dicen, el presidente blanco.

Es posible, la verdad, que para el negocio (y no solo futbolístico) de FlorentinoChicharito también colme las espectativas de generar contratos y autopistas en las Américas.

Recuerdo que a mitad del 2011, leí una información que decía que ACS (Florentino y los March) habían ganado el 20% más hasta junio gracias a la toma de control de la alemana Hochtief. Era cuando el Madrid tenía en sus filas a Sami Khedira (Stuttgart), Nuri Sahin (Lüdenscheid), Hamit Altintop (Gelsenkirchen) y Mesut Özil (Gelsenkirchen).

Yo, que soy muy mal pensado, nos descartaría que Florentino y ACS quisiera unir el México de Chicharito con la Colombia de James. Por carretera, claro. Un buen negocio. Del que no se quejará Ancelotti.