Messi bate cinco récords con tripletes

Batir récords en el fútbol, un deporte con más de cien años de historia y millones de practicantes tiene un mérito extraordinario; batir dos en cuatro días es algo cercano a la gesta y conseguirlo con dos tripletes consecutivos se acerca a lo sobrenatural. En realidad, esa es la naturaleza de Lionel Andrés Messi Cuccitini y el adjetivo que mejor cuadra para describirle como futbolista con la carrera que está cuajando.

Lo que ha hecho Messi esta semana no es nada novedoso, ni siquiera anecdótico. Ha concentrado en tres días un rápido resumen, en absoluto digerible y analizable para poder calibrar la capacidad deportiva del astro del siglo XXI. ¿Qué calificativo merece Messi que ha roto cinco récords marcando tres goles en cada partido? Leo es un futbolista inaudito, insólito, que se ha cargado a todos los mitos de la historia. Solo Pelé, con sus tres títulos mundiales con Brasil, resistirá eternamente la comparación. Adiós Di Stéfano, adiós Cruyff, adiós Maradona. A nivel de clubs, no ha habido otro jugador como Messi.

¿Dónde dejará el listón?

En cuatro días de noviembre, la estrella azulgrana ha destrozado la marca vigente de Telmo Zarra, como máximo goleador de la Liga (251 goles anotó el delantero del Athletic, 254 sumó Leo el sábado) y la de Raúl González (71 tantos, superados ahora por los 74 del argentino), como máximo realizador de la Champions League. Messi detenta los dos registros. Con ser asombroso ese logro, no lo es menos una reflexión de futuro: ¿dónde dejará el listón? Zarra se retiró con 34 años; Raúl abandonó Europa en el 2012 con 35. Messi apenas ha traspasado el ecuador de su carrera. Cumplió 27 el pasado 24 de junio. ¿Quién será capaz de batir a Messi? ¿Le conoceremos? ¿Cuántas generaciones pasarán para que se alumbre otro ejemplar semejante?

Ni él ni nadie se detiene a pensar en ello. Messi va en carrera, y por delante van brotando otros alicientes individuales al margen de los colectivos. Por ahora, en el fútbol español, Zarra acumula más tripletes que él (31 a 28), una marca más anecdótica que tarde o temprano caerá. Como caerá el nombre de Gabriel Batistuta, el máximo goleador de la selección argentina con 56 tantos. Messi acumula 45.

El mejor sin consuelo

Y la selección puede convertirse en una obsesión si aumenta la presión de su país. Una medalla de oro olímpica no es un bagaje admisible para la apasionada afición argentina, que soñó durante semanas con la conquista del Mundial de Brasil. Hasta el último día. Hasta la final. Tuvo una oportunidad que malogró. Se llevó el premio al mejor jugador del torneo, lo que no sirvió de consuelo.

Quizá ese día, además de perder la gloria perdiera el Balón de Oro. En Madrid hace semanas que empezó la campaña en favor de Cristiano Ronaldo, vencedor en el 2013 después de ampliarse el plazo de las votaciones. A Messi no le habrá alcanzado la consecución de los dos récords -el segundo 'hat trick' lo logró marcando los tres goles con la derecha- para aumentar sus opciones.

Michel Platini, el presidente de la UEFA aboga por el triunfo de un futbolista alemán. «En un año de Mundial, el Balón de Oro debería ser para un jugador campeón del mundo», dijo ayer en Madrid. El problema de los aspirantes (Neuer, Lahm, Kroos, Müller...) será la dispersión de los votos. Xavi e Iniesta, campeones en Suráfrica-2010, sucumbieron ante Messi, que, dicho sea de paso, es el único con cuatro Balones de Oro.

Luchar por la Champions

La Copa América, el aliciente de Argentina en el 2015, queda lejos. Los récords forman parte del pasado, «Lo que realmente importa es que los goles sirvan para llegar a la final de Berlín y podamos luchar por la Copa», expuso Messi en su página de Facebook. Es el canal que utiliza parea expresarse, aunque el miércoles por la noche atendiera a las cámaras de la UEFA. «Feliz de superar el récord de goles de la Champions de un jugador fenomenal como Raúl», añadió Messi, cuatro días después de haber confesado que nunca imaginó que superaría «ningún récord y menos aún al gran Telmo Zarra». Lo consiguió. Lo irreal es él, Leo Messi.