El fenómeno Mbappé

Cuando era un crío, le gustaba hacerse fotos en su habitación, empapelada con pósters del Real Madrid y de su ídolo, Cristiano Ronaldo. Hoy es uno de los futbolistas más observados por todos los grandes de Europa. Lo que ocurre es que "cuando era un crío" se refiere a hace cuatro días, como quien dice, porque apenas ha cruzado la adolescencia. En diciembre cumplió 18 años y ya ha irrumpido en los estadios con la pisada poderosa de los llamados a convertirse en superestrellas. Kylian Mbappé es el nombre.

VERDUGO DEL CITY

Su consagración de cara al gran público se produjo en la eliminatoria de octavos de final de la Champions en la que eliminó con su equipo, el Mónaco, al Manchester City de Guardiola. Le marcó en los dos partidos y fue decisivo. Las cosas fluyen en su vida a toda velocidad, Didier Deschamps lo acaba de llamar por primera vez para la selección absoluta francesa y este martes podría enfrentarse a España en el amistoso de Saint Denis.

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El técnico lo hizo jugar ante Luxemburgo (jugó los 10 minutos finales) y convirtió a Mbappé en el jugador más joven en debutar con Francia en el siglo XXI con 18 años, tres meses y cinco días, antes que Benzema (19 años, tres meses y nueve días) o Dembelé (19 años, tres meses y 19 días). La dimensión del impacto del delantero se mide, además, es que el segundo futbolista de toda la historia más precoz en enfudarse la zamarra de Francia. En 1955, Maryan Wisnieski debutó con 18 años, dos meses y dos días.  

Es como si lo hubieran conectado repentinamente a una fuente de energía superior. Desde el 1 de febrero, Mbappé ha marcado en todos los partidos que ha jugado, que son 9, hasta un total de 13 goles en siete semanas (entre Liga, Champions y Copa de Francia). Ya había debutado como profesional en el Mónaco la temporada pasada (cuando se entrenó por primera vez con los mayores aún no había cumplido 17 años) y marcó un gol en 11 partidos, pero en la segunda está iluminado.

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MEJOR QUE HENRY

Nacido en la periferia de París como Thierry Henry, y como él revelado en el Mónaco, ha surgido rápidamente la comparación. Los datos, sin embargo, dan mucha ventaja al joven prodigio. Un exhaustivo análisis realizado hace unos días por ‘L'Équipe’ indicaba que Mbappé lleva hasta ahora 12 goles en su segundo año como profesional, mientras que Henry tuvo que esperar a la sexta temporada para alcanzar una cifra semejante (17 con el Arsenal). Y eso que Mbappé juega junto a un profesional acaparador del gol, un experto depredador como es el colombiano Falcao (16 tantos en la Liga). Con todo, el Mónaco deslumbrante que entrena el portugués Leonardo Jardim es el equipo más ofensivo de las ligas europeas: 87 tantos. El hábitat perfecto para un delantero joven.

Tirando a alto (1,78), rápido, fuerte, hábil, ambidiestro, buen pasador y decidido en el remate, la matemática dice que es el realizador más eficaz de Europa junto con Messi. Ambos suman un gol por cada 82 minutos. La palabra "fenómeno" repica una y otra vez a su alrededor, las portadas de diarios con su foto se multiplican y las especulaciones sobre su futuro vuelan. Como es francés y madridista confeso, ya se dice que es objetivo prioritario de Zinedine Zidane para el Madrid, que lo tuvo a prueba a los 13 años. Florentino Pérez deja caer que nada se puede descartar.

Pero el Barça tampoco le quita ojo, el PSG necesita estímulos y Mourinho también desearía llevárselo para relanzar su depauperado United. El Mónaco se relame ante un hipotético traspaso que en ningún caso bajaría de los 100 millones de euros, aunque de entrada quiere mantener a su joya y su situación financiera le permite hoy una cierta resistencia al acoso que se avecina. El propio Mbappé ha dicho que desea seguir en el club del principado al menos una temporada más, porque cree que aún está demasiado tierno para un vuelo de más envergadura. Su contrato acaba en junio del 2019.

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UN ENTORNO PROTECTOR

El entorno del muchacho intenta calmar la marejada desatada a su alrededor, para que no se maree con el oleaje de tanta adulación. Sus padres, cameruneses, lo mantienen anclado a tierra. Su madre fue jugadora de balonmano, y su padre entrenó a un equipo juvenil. Además, es su representante (aunque la nariz de Jorge Mendes, el omnímodo agente, ronda por ahí en calidad de asesor del Mónaco). También tiene un hermano adoptivo futbolista profesional, en Catar.

Con respecto al ruido que le envuelve, la cabeza del jugador parece despejada y templada, madura para un chico de 18 años. Solo piensa en el fútbol. "Desayuna, come y cena fútbol. Si por él fuera, no se hablaría de otra cosa", desvela su hermano mayor.  "No creo que lo que estoy haciendo sea extraordinario. Extraordinarios son los futbolistas que marcan 60 goles, y no hay muchos. Sería banalizar el término. Diría que estoy en un buen momento", dice él.

"Lo conocí y es un buen chico. Tiene la cabeza bien puesta sobre los hombros". Es la bendición de Thierry Henry.