GRAN PREMIO DE LA REPÚBLICA CHECA

Márquez, el árbitro

"Hombre, un poquito de movida podría haber en Yamaha, ¿no?", bromea el bicampeón, que puede tener en sus manos el título

Jorge Lorenzo, por delante de Marc Márquez, durante el GP de la República Checa, en Brno

Jorge Lorenzo, por delante de Marc Márquez, durante el GP de la República Checa, en Brno / periodico

EMILIO PÉREZ DE ROZAS / BRNO (Enviado especial)

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Sabía que no tenía nada que hacer. Brno, como dentro de 15 días Silverstone ("yo he visto hacer locuras a Jorge en Silverstone", reconoce Valentino Rossi), es 'territorio Yamaha', un campo minado para la fallida Honda RC213V-2015. Así que se trataba de minimizar los daños. Reducir la distancia con respecto al líder (lo logró: 'el Doctor' le sacaba 56 puntos y, ahora, Lorenzo lo aventaja por 52) y, sobre todo, ser competitivo, dejarse la piel, o casi, y seguir su progresión hacia el milagro imposible. "Si difícil era restarle 52 puntos a uno, ¡imagínate lo difícil que será restarle 52 puntos a dos! Pero se va a intentar, se va a intentar", aseguró este domingo, tras el GP de la República ChecaMarc Márquez, aún bicampeón en ejercicio.

Una cosa parece evidente: será Márquez quién decida el campeón. Hay quien asegura que, en un pronóstico que posee Movistar TV, él se ha puesto segundo, pero anunciando "pelea, mucha pelea". Y hay quien cree que el campeón que ha escogido es Lorenzo. Una cosa es evidente: en Indianápolis, cuando derrotó al mallorquín, Rossi lo celebró reconociendo que Marc había sido su "mejor aliado", aunque pronto sería su "peor rival". Y este domingo, al doblegar a 'Vale', benefició a Lorenzo, aunque este no le agradeció el gesto. Ni debía. "Brno era el peor circuito de los que faltan para mí y nuestra Honda. Bueno, Silverstone tampoco es muy adecuado, como tampoco lo es Motegi [Japón], pero no descarto ganar en ninguno de ellos".

La resignación de Rossi

Lorenzo se sabe fuerte, muy fuerte. Y no lo dice, pero sabe que Rossi no solo tiene que ganarle a él, también a Márquez y, cómo no, a un recuperado Dani Pedrosa. "La 'gran escapada' se ha terminado. Empezamos de cero", reconoció un 'Vale' muy tocado, que empieza a sospechar que su colega de box es inalcanzable. Rossi sí aceptaría la ayuda de Márquez, pero lo ha maltratado psicológicamente y, también, también, en la pista (percance de Argentina, trampilla en Assen) como para recibir semejante empujoncito. "Yo no espero que se enrarezca el ambiente entre nosotros --señaló Lorenzo--, aunque Valentino y Marc ya tuvieron su pique en Assen. Creo que ahora reina mutua admiración, respeto y cordialidad entre nosotros".

"¡Hombre, no me vendría mal un poquito de movida en el seno del equipo Yamaha!", respondió Márquez en plan cachondo, divertido, así como dice las cosas su colega y admirado Rossi, no Lorenzo, no, que en ese sentido carece por completo de sentido del humor. "Yo creo que cuando menos nos lo esperemos, ¡zas!, igual surge la polémica. Pero, bueno, no son nuevos en esto, no acaban de llegar, son veteranos, expertos y grandes campeones: sabrán manejar la situación y liderar el Mundial".

Márquez insiste en que su remozada Honda está para lo que está y no para ser firme candidata al título, ni siquiera altamente competitiva en los siete circuitos que quedan. "Sabíamos que Brno tiene muchas, sino todas, las curvas que peor le van a nuestra RC-213V. Es decir, aquellas en las que nuestra moto derrapa, se queda sin tracción y es imposible salir de ellas con la eficacia con la que sale la Yamaha, por eso el segundo puesto, 20 puntitos, es una gran recompensa".