CRÍTICAS AL PILOTAJE AGRESIVO DEL BICAMPEÓN

Marc Màrquez: "Insisto, no voy a cambiar"

«Yo no he tirado a nadie y este es el estilo que me ha hecho campeón del mundo», mantiene Márquez «El Mundial ha terminado para Marc, pero él sigue arriesgando», apunta Lin Jarvis

Marc Márquez atiende a la prensa entre los camiones de su equipo.

Marc Márquez atiende a la prensa entre los camiones de su equipo. / periodico

EMILIO PÉREZ DE ROZAS / MONTMELÓ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Fue el primero en salir a la pista de Montmeló, a las 10 en punto de la mañana. Amenazaba lluvia, como así ocurrió, y tenía mucho trabajo que hacer, mucha electrónica nueva que probar, suspensiones y cambios en el chasis de la Honda RC213V. Mientras Jorge Lorenzo y Valentino Rossi, primero y segundo el día antes en el Circuit, descansaban tras una noche de merecida celebración, Marc Márquez y Dani Pedrosa daban vueltas intentando mejorar una moto que no cesa de producirles dolores de cabeza.

Empezó a llover y se acabaron las probaturas. Yamaha anunció que Lorenzo y Rossi se iban al circuito de Aragón, donde mañana probarán un chasis nuevo, y Márquez reconoció, con la boca pequeña, haber encontrado alguna mejora: «Construir un chasis con piezas del 2014, el basculante de este año y otras cositas que no puedo contar, son cosas que me dan más confianza en la entrada de las curvas. Eso sí, siete vueltas son pocas para decir que vamos mejor».

Las críticas del rival

Lo que sí es seguro, porque así lo explicó el bicampeón de MotoGP, es que todo ese trabajo «es para seguir pilotando con mi estilo agresivo, con mi manera de siempre, porque si ganaba antes con ese estilo, voy a seguir ganando con el mismo», insistió el nen de Cervera, que repitió: «Seguiré siendo fiel a mi estilo. No lo pienso cambiar porque es el que me ha traído hasta aquí y me ha permitido conquistar dos títulos en MotoGP».

La razón de esta rotundidad es que el jefe de Lorenzo y Rossi, el británico Lin Jarvis, ha manifestado: «El Mundial ha terminado para Marc y, sin embargo, él sigue arriesgando para intentar ganar. Eso no lleva a ningún sitio. Puede hacerse daño e, incluso, eliminar a alguno de los candidatos al título. Debería respetar más a los demás»«¿Qué creía Marc, qué iba a ganar a Jorge en la tercera vuelta?», dijo Jarvis en La Gazzetta dello Sport.

Persistir hasta el final

«No tengo nada que decirle a ese señor», siguió explicando ayer Márquez junto a su camión. «Repito: yo no he tirado a nadie. Me veía bien detrás de Jorge pero, de pronto, reapareció el problema de siempre, derrapé en exceso y me caí. Voy a seguir trabajando duro con los míos, con Honda y, aunque el título se ha puesto aún más difícil, voy a centrarme en solucionar mis problemas e intentar ganar carreras. Y, si al final, no llegamos a tiempo de renovar el título, habré hecho lo que tiene que hacer un piloto profesional: intentarlo siempre, en cada carrera».

En el paddock son muchos los que piensan que si Márquez, mientras arregla los problemas derivados de un mal nacimiento de la RC213V, se hubiese conformado con puntuar en Argentina, Mugello y Barcelona, en estos momentos estaría muy cerca de Lorenzo y Rossi, y no a los 69 y 68 puntos que le separan ya de ellos. «Cierto, siendo segundos en Argentina, cuartos en Mugello y terceros en Barcelona, estaríamos ahí, pero nosotros estamos muy orgullosos de trabajar con y para un piloto que no se conforma nunca y que, tenga la moto que tenga, lo da todo en la pista», señaló ayer, mientras recogían el box, uno de sus mecánicos.

El italiano Livio Suppo, mano derecha del japonés Shuhei Nakamoto, máximo responsable en los circuitos de Honda, lo tiene clarísimo: «Esto de intentar cambiar el estilo de pilotaje de Marc, por otro lado ganador, es como decirle a un fumador que deje de fumar porque es malo. Lo sabe, pero sigue».