El inicio de la Liga de Campeones

El Madrid regresa a Europa en un ambiente de guerra civil

Varios jugadores reciben insultos en Valdebebas y los ultras ponen en alerta al club

Iker Casillas, ayer, durante el entrenamiento que realizó el Madrid en la ciudad deportiva de Valdebebas.

Iker Casillas, ayer, durante el entrenamiento que realizó el Madrid en la ciudad deportiva de Valdebebas.

ANTONIO MERINO
MADRID

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Pintadas por las calles  contra Florentino con el sello del grupo Ultra Sur, insultos a los jugadores y patadas al coche de alguno de ellos a la salida del ensayo de ayer en Valdebebas; Ancelotti asegurando que está harto del tema de los porteros, del que no piensa hablar más, y unos y otros a la espera de otro veredicto del Bernabéu a Iker Casillas en el choque de hoy ante el Basilea (20.45 horas, TVE-1). Esa es la situación del club blanco en su regreso a Europa.

El Madrid está sumido en una especie de guerra civil. De otra forma resultaría complicado definir la situación de máxima tensión que se vive alrededor del club madrileño. Después de la bronca de los aficionados a Casillas en el pasado derbi, la mecha ha prendido hasta llegar a Valdebebas, donde algunos futbolistas no se libraron de la ira de unos cuantos seguidores.

INSULTOS A KROOS / «Puto Kroos. Guiri de mierda» o «Varane, vete por ahí», fueron algunos de los gritos que se escucharon, según recogieron las cámaras de Cuatro. Tampoco Ga-

reth Bale se fue de vacío. El jugador galés no se paró ante los chavales que suelen esperar para hacerse una foto y un par de ellos le lanzaron varias patadas a su vehículo.

Mientras, el club blanco intentaba blindarse ante el acoso de los seguidores más radicales que pedían la dimisión de Florentino en varias pancartas. «El Real Madrid de los socios o de Florentino y sus negocios» o «tu proyecto deportivo es colocar bien el ladrillo». La entidad se encargó de quitar esos mensajes, así como de borrar algunas esvásticas en los aledaños del Santiago Bernabéu.

Mientras, ayer por la mañana, Ancelotti daba la cara ante la prensa. Metido en su papel de pacificador, el técnico italiano miró hacia otro lado en asuntos como el de si había pedido el fichaje del colombiano James. «Estoy muy contento de que esté aquí. Todo lo que hemos hecho se ha consensuado con el club», declaró el italiano.

CONTINUIDAD Y NATURALIDAD / De lo que no se le escuchará hablar más será del debate en la portería, que no existe para Ancelotti, pese a los pitos que recibió Casillas el pasado sábado en el derbi. «No hablaré más de los porteros. No existe debate, está cerrado para mí y no lo voy a alimentar. Iker tiene experiencia, carácter y conoce muy bien esa situación. Creo que lo arreglará sin problemas. Si los jugadores están bien, el público estárá con nosotros; de lo contrario, nos exigirá más», afirmó el preparador.

Sobre los problemas del equipo, Ancelotti volvió a deslizar que los tenía detectados. Volvió a hablar de falta de actitud y de ritmo. «Me siento como un entrenador que tiene que arreglar las cosas como la temporada pasada. Necesitamos más continuidad y naturalidad», explicó Ancelotti, que añadió que no cambiaría su plantilla «por ninguna en Europa». Esa plantilla, actual campeona de Europa, se mide hoy con el Basilea, que el pasado curso le ganó los dos partidos al Chelsea en la fase de grupos, el club que eliminó hace dos años al Manchester United.