El Madrid pasa un test en Liverpool antes del clásico

Un choque de altura se ha colado en la semana del clásico y el Madrid busca la mejor respuesta para encarar el partido del sábado ante el Barça con la autoestima a tope. Sabe que Anfield, donde los blancos cayeron con estrépito en el 2009 (4-0) ante aquel Liverpool de Mascherano, Xabi Alonso, Arbeloa, Reina y Torres, será un infierno que aúpe a un conjunto que venció al Ludogorets en casa en el minuto 93 y que cayó ante el Basilea, lo que hace que el triunfo en el choque de este miércoles (20.45 horas. Canal Plus Liga) le resulte vital.

Al Madrid le recibieron este martes en Liverpool unas ráfagas de viento superiores a 100 kilómetros por hora, producto de los efectos del huracán 'Gonzalo'. No se sabe si fue una premonición de lo que le espera ante los 'reds' sin Bale, Ramos, que se reserva para el clásico, ni Coentrao. Por ellos le preguntaron a Carlo Ancelotti y el técnico se cogió un enfado tremendo. "Increíble. Estamos en Anfield y me preguntáis por los lesionados", espetó el italiano.

Enfrente, el Liverpool, equipo en el que militan cuatro españoles (Manquillo, Alberto Moreno, José Enrique y Suso), volverá a estar sostenido por Gerrard, que aseguró que pudo fichar dos veces por el Madrid, y por Sterling, que tendrá la referencia del lesionado Sturridge.

Ni un gol de Cristiano al Liverpool

Frente a ello, el Madrid volverá a encomendarse a Cristiano, que no sabe lo que es marcar en Anfield después de cinco visitas. No se fía de ese dato Brendan Rodgers, técnico del equipo inglés, que asegura que el portugués es ahora el gran líder del Madrid.

"Antes era un solista y ahora es un goleador de grupo, aunque nuestro problema es poder frenar todo su potencial", declaró el técnico del Liverpool, que recordó la frustración de Balotelli, el sustituto de Luis Suárez, tras su error en el choque del domingo ante el colista, al que el Liverpool ganó con muchos apuros (2-3).

Mientras, el Madrid busca el triunfo para tener vía libre en el grupo y estrenar su casillero de victorias ante el equipo que le arrebató la Copa de Europa en la final de 1981.