El Madrid mantiene el tipo y gana en Ipurúa

El Madrid no se ha descuidado en Ipurúa, de donde ha sacado el triunfo que necesitaba para no dejar que el Barcelona se le marchase de forma probablemente irremediable en la clasificación. Un gol de Bale cerca del descanso y otro de Cristiano Ronaldo de penalti en el segundo tiempo liquidaron a un Eibar que no resultó tan temible como podía esperarse teniendo en cuenta su buen momento y el estado tan delicado en que llegaba el equipo blanco tras desplome ante el Barça y el gran susto del último cuarto de hora en Ucrania ante el Shakhtar en la Champions.

El  galés, que no marcaba desde la segunda jornada de Liga ante el Betis, abrió el camino para que el conjunto madridista alcanzase la victoria que precisaba Rafa Benítez para que Florentino Pérez no tuviera que salir de nuevo este lunes a la palestra a ratificarle en su puesto. O más bien para todo lo contrario, para darle guillotina. Pero allí estuvo el bueno de Gareth para dejar mal a aquellos que le acusan de no sumar, de no trabajar para el grupo, de pensar solo en sí mismo y no atender a las razones emocionales que un día sí y otro también esgrime el presidente.

Bale, que volvió a empezar desde la izquierda con o sin la anuencia de Benítez, acertó a desatascar un partido tan áspero para el Madrid como estaba previsto ante un rival con las ideas muy claras para incomodar e intentar rentabilizar una situación tan comprometida como la que atraviesa el conjunto blanco. Sufrió el cuadro madridista para controlar un choque vital para sus intereses, pero en un momento clave, a tres minutos el descanso, el británico metió la cabeza en el primer palo para culminar con gol una jugada de estrategia, un córner sacado por Modric en corto hacia James con centro posterior al área del croata (m. 43).

SIN PROFUNDIDAD

Bingo del Madrid, que hasta entonces no había esperado otra cosa que alguna aparición letal de sus estrellas, aunque la verdad es que no había hecho mucho por provocarlas ante un Eibar siempre con tiempo para organizarse atrás cada vez que los blancos agarraban el balón y se dedicaban a realizar un 'tuya-mía' sin apenas capacidad para profundizar hacia Riesgo. De hecho, la única ocasión de la que había disfrutado hasta el gol de Bale había sido desperdiciada por Ronaldo en un mano a mano con el portero local tras un buen pase de James, con un remate posterior desviado de Kovacic en buena posición. Al borde del intermedio, Riesgo evitó que Bale anotara el segundo desde el suelo después de un rechace. 

Al menos la defensa de guardia y los centrocampistas, entre los que no estuvo Casemiro hasta que entró al final por Kovacic, respondieron en tareas de contención con la concentración que exigió el entrenador después del susto del miércoles pasado en el Lviv Arena. El Eibar no amenazó en el primer tiempo más que con un tiro de Inui fácil para Navas y algo más a balón parado en el segundo, pero sin que el Madrid llegara a temer en ningún momento un bajón parecido al del último tramo del partido contra el Shakhtar.

La entrada de Lucas Vázquez en el minuto 65 resultó clave para que el Madrid evitara correr riesgos en última instancia. Primero habilitó a Ronaldo, que volvió a desprovechar un mano a mano con Riesgo y después fue objeto de un penalti por parte de Dani García, que fue transformado por el portugués (m. 82) antes de que Carvajal tuviera que dejar su sitio a Benzema por una nueva lesión muscular. Y van 16.

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