El partido del Bernabéu

El Madrid se desploma y cae en un partido agónico

El equipo de Mourinho se despide de la final en la tanda de penaltis

Schweinsteiger salta con Xabi Alonso, Pepe y Ramos.

Schweinsteiger salta con Xabi Alonso, Pepe y Ramos.

ANTONIO MERINO
MADRID

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Ni los espíritus. Ni el miedo escénico. Nada le sirvió al Madrid para lograr su objetivo de meterse en una final de Champiopns después de 10 años. El equipo blanco volvió a caer en la semifinal por segundo año consecutivo y deja sin representación española la cita de Múnich del 19 de mayo. En un choque agónico, que encaró de la mejor manera con dos tantos en el primer cuarto de hora, el Madrid cayó en la orilla. El gol de Robben de penalti dejó las cosas como en la ida (2-1). Luego, en la prórroga, el equipo de Mourinho buscó la épica, pero los penaltis terminaron por sepultar la opciones de los blancos, con 1-3 para los alemanes. Ronaldo, Kaká y Ramos fallaron las penas máximas, que Mourinho no ensayó en la previa del choque.

Un penalti riguroso abrió el que pareció un camino de rosas para el Madrid, que a los seis minutos ya había remontado el 2-1 de Múnich. Fue un centro de Marcelo que empalmó Di María. El balón dio en el brazo de Alaba. Ronaldo marcó. Con el susto en el cuerpo, al Bayern reaccionó de inmediato. Robben tuvo el empate en un remate solo ante Casillas, pero mandó el balón arriba (m. 7). Luego Khedira impidió un remate cercano de Ribéry tras un rechace de Casillas a disparo de Gómez. En el otro área, los dos centrales alemanes facilitaban el trabajo a los delanteros blancos. Lo comprobó Özil, que asistió a Ronaldo aprovechando el gran hueco dejado por Boateng. El portugués marcó con la derecha (m. 14).

SUPERIORIDAD ALEMANA / Sin embargo, ese brecha lograda con aparente suficiencia despertó al equipo alemán, que mostró sus cualidades. Desde el centro del campo, donde Alonso y Khedira no daban abasto para frenar a Kroos y Schweinsteiger, hasta las bandas, con Robben y Ribéry. Arriba, Gómez volvía a dar un cursillo de lo que es fijar a la defensa y dejar veneno en cada remate. Lo demostró en un centro de Kroos que acabó en un derribo de Pepe a Gómez dentro del área cuando iba a rematar. El penalti lo marcó Robben (m. 27) para encender todas las alarmas.

El Madrid comenzó a sufrir y tuvo que ponerse en manos de Iker, que salvó a su equipo en un disparo de Gómez que sacó con la pierna (m. 34). Luego sacó una mano prodigiosa a una falta de Robben (m. 45).

Con el Madrid apagado, sin ritmo y sin soluciones, el Bayern se fue a por el partido. Gómez, en dos ocasiones, y Robben pudieron evitar la prórroga en medio de la ansiedad del Bernabéu. En el tiempo suplementario, el equipo de Mourinho intentó reinventarse, ya muy justo de fuerzas, al igual que su rival. No hubo noticias de Ronaldo hasta que falló el primer penalti de su equipo. A ese error le siguió otro de Kaká y otro de Ramos. Iker paró dos, a Kroos y Lahm, pero Schweinsteiger no perdonó y sentenció al Madrid.