LA VISITA DEL SEVILLA

Luis Enrique: "Pensé que nadie batiría a Zarra, pero Leo es único"

El técnico azulgrana elogia a Messi, al que considera "el mejor de la historia"

MARCOS LÓPEZ / BARCELONA

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Luis Enrique se le agotaron las palabras. «Nunca vi un jugador así, es único, irrepetible», proclamó el técnico. «Jamás pensé que alguien pudiera batir a Zarra, pero lo de Leo es único», pregonó entregado al talento de un jugador «incomparable, el mejor de la historia para mí». A Josep Maria Bartomeu, el presidente azulgrana, no le quedó más remedio que «arrodillarse asombrado» ante el nuevo prodigio del genio. «Estamos ante el mejor jugador del mundo, de la historia, diría yo. Tenemos años para disfrutar de Leo».

Cuando Messi, después de atravesar con el balón en la mano el pasillo de honor que le hicieron sus compañeros, se colaba en el vestuario, después de mirar un vídeo conmemorativo de sus 253 tantos, llegó el turno de las palabras. Pero no hay, tal vez, suficientes para retratar la majestuosa obra, aún inconclusa (Messi tiene 27 años), de un jugador que ha destrozado todo récord que se le ha puesto por delante. «No he visto jugador igual que Messi», insistió Luis Enrique. «Hay infinidad de goles... Goles de rematador, goles en los que él se genera solo la ocasión», dijo después el entrenador.

PITOS A LA JUNTA

En cada uno de los tres goles dejó su sello Messi. En cada uno dejó, al mismo tiempo, algo de su esencia. En el primero, un maravilloso lanzamiento de falta directa que hace casi comerse el palo a Beto, el meta del Sevilla. En el segundo, furioso en el remate de un contragolpe conducido por él mismo. Y en el tercero, uno de esos zurdazos quirúrgicos que lleva más de una década dibujando. «Messi está contento. Si Messi está feliz, el Barça también», proclamó Xavi, el capitán, el dueño de las ceremonias festivas tras los tres goles de Leo. «Se lo merece como persona y como futbolista», comentó el centrocampista.

Messi miraba embelesado el vídeo de una noche legendaria, mientras en el palco del Camp Nou tanto Bartomeu como Zubizarreta, el director deportivo, recibían un contundente mensaje del público. Pitos y bronca cada vez que aparecían sus rostros para felicitar al genio. «¿Los pitos del vídeo? Somos un club democrático, la gente se expresa como quiere», admitió el presidente, señalado por un gran sector del estadio. Al igual que Zubi, el hombre que ha diseñado la revolución deportiva. «Es normal que esto pase. Si la gente está descontenta con cualquier cosa puede expresar lo que siente», confesó Bartomeu, «asombrado» por Messi. Y por esa pitada que nunca imaginó.