El Leverkusen llega sobrado de ambición

"Si creemos en nuestros puntos fuertes, nos podemos llevar algo", dice Schmidt

Schmidt da instrucciones ayer a sus jugadores en el Camp Nou.

Schmidt da instrucciones ayer a sus jugadores en el Camp Nou.

CARLES PLANAS / BERLÍN

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Tras un fulgurante inicio en la Champions, el Bayer Leverkusen quiere demostrar que su victoria contra el Bate Borisov (4-1) no es una casualidad. Los alemanes llegan al Camp Nou llenos de ambición, estimulados, además, por la ausencia de Messi. «Si creemos en nuestros puntos fuertes, nos podemos llevar algo», apuntó ayer el técnico Roger Schmidt. No tiene el conjunto alemán una férrea defensa, algo que puede pagar muy caro con un Suárez desbocado y un Neymar con ganas de ser el nuevo líder.

Dirigidos en el medio del campo por la estrella turca Hakan Çalhanoglu, el Leverkusen compensa su debilidad atrás con un poderoso contraataque que puede atormentar al Barça. Para dirigir su juego el Leverkusen también cuenta con el internacional esloveno Kevin Kampl, otra amenaza por su explosiva velocidad, y a Cristoph Kramer, campeón mundial con Alemania en 2014 y que destaca por su perfil defensivo.

LA 'SENSACIÓN BRANDT' / La principal arma de este Leverkusen es el potencial que tiene en ataque. Su baluarte es el Chicharito Hernández, que estuvo en el Madrid la pasada temporada como cedido. Aunque el mexicano está lejos de ser el referente que demostró el 2010 con el Manchester United, el delantero sigue conservando su voracidad goleadora. «Tenemos que jugar como si estuviera Messi», remarcó para no caer en una excesiva confianza. Otra de las sensaciones de esta temporada es el joven alemán Julian Brandt, que con tan solo 19 años se está destapando como un centrocampista a tener en cuenta los próximos años. Ante el Bate ya anotó dos goles y dejó destellos de su calidad.

POTENCIA FÍSICA / A la contrastada calidad del Chicharito se le suma la de Stefan Kiessling y Karim Bellarabi, ambos internacionales con la selección alemana. Su potencia física y altura, de 1,91 y 1,84 metros respectivamente, son un verdadero peligro en el juego aéreo y más si cuentan con la precisión a balón parado de Çalhanoglu para servirles la asistencia. Ambos podrán explotar los pocos centímetros de la defensa catalana.

«Barça y Bayern de Múnich son dos de los tres mejores equipos de Europa», aseguró Schmidt. Aunque a principios de temporada el Leverkusen se vio arrollado por el conjunto bávaro por 3-0, el técnico alemán no quiso equiparar al Barça de Guardiola con el de Luís Enrique. «Son distintos», subrayó el técnico alemán, apelando a que el Leverkusen siga desplegando sobre el terreno de juego un estilo desenfadado, vertical y ágil, con talento joven a raudales, un contraataque muy peligroso y un juego aéreo todavía más temible. No quiere Schmidt dejarse impresionar por el Camp Nou avalado por ver a un Barça sin Messi.