Las sombras de un récord histórico

Las 73 victorias consecutivas del Barça son la anomalía que sobresale del umbral adverso en que se ha instalado la liga Asobal en los últimos seis años

Los jugadores del FC Barcelona celebran un triunfo en Hungría en un partido reciente de la Champions

Los jugadores del FC Barcelona celebran un triunfo en Hungría en un partido reciente de la Champions / PERIÓDICO

CHRISTIAN MARTÍNEZ / BARCELONA

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Desde los ocho goles que anotó Siarhei Rutenka el 25 de mayo del 2013 ante el Guadalajara hasta los 12 tantos de Kiril Lazarov el pasado miércoles en León hay algo más que 73 victorias consecutivas. Detrás de dos años y seis meses de imbatibilidad azulgrana existe una vorágine que ha transformado por completo el concepto que existía del balonmano español. El talento ya no viene. Se va. Y lo hace rumbo a la Bundesliga alemana o a la LNH francesa, campeonatos que a base de trabajo y talonario han conseguido recuperar un terreno que hasta hace solo una década pertenecía en exclusiva a la liga Asobal. Mientras tanto, intentando mantenerse ajeno a todo ello y aportando algo de luz entre tanta oscuridad, el Barça de Xavi Pascual, posiblemente el mejor equipo del mundo, sigue con paso firme hacia la consecución de su sexto cetro consecutivo.

“Han sucedido muchas cosas, una cierta devaluación generalizada y la crisis económica afectaron con mucha fuerza al balonmano”, atestigua el técnico azulgrana. Los siete millones de presupuesto que dedica el club a la sección, cuatro de ellos destinados a fichas, son una excepción dentro del panorama actual donde muchos clubes están atravesando contratiempos para cumplir con el pago estipulado de los salarios.

En el apartado competitivo, el gran reto de Pascual pasa por tratar de no caer en la rutina de una competición que cuenta con un solo dueño desde la desaparición del Atlético de Madrid hace dos temporadas. “El trabajo diario nos obliga a no perder un ápice de competitividad. La clave de este grupo es la competencia interna y las ganas de superarse que tienen individualmente”, manifiesta el técnico azulgrana.

El partido ante Ademar de LeónAdemar de León, en el cual el conjunto de Pascual consiguió superar la histórica marca que había registrado el Granollers entre 1969 y 1972, sirvió para rememorar momentos pretéritos donde los enfrentamientos entre ambos conjuntos eran algo más que un partido. “Eran grandes tiempos. Ahora nosotros funcionamos día a día, trabajando para el próximo partido e intentando poner en práctica múltiples variantes que mejoren nuestras prestaciones”, asegura Pascual.

EL BINOMIO CON EL PALAU

Uno de los elementos que mejor refleja la actual fisura que existe entre la Asobal y la Bundesliga es la afluencia de público. El último análisis realizado tras estas 10 jornadas iniciales ha mostrado que las pistas españolas siguen presentando un descenso de aficionados, donde uno de cada tres partidos no supera el millar de espectadores. El Palau Blaugrana no es una excepción, ni lo fue cuando en las filas azulgranas militaba el mejor jugador del mundo, Nikola Karabatic, y por ello el club ha puesto en marcha diferentes iniciativas que buscan atraer la presencia de aficionados. “Nosotros damos espectáculo pero necesitamos que la gente nos ayude a crecer. El equipo se hace muy fuerte cuando la afición nos ayuda en los momentos importantes” atestigua Pascual.

En los últimos meses, la fuerte inversión de la marca alemana de bricolaje Bauhaus, que aporta su apellido a la competición española, y la apuesta en firme de Movistar para ofrecer los encuentros ligueros están sirviendo para vislumbrar un hilo de esperanza que deja entrever que la recuperación parece más cercana. Pascual tiene muy claro dónde residen las claves de esa necesaria mejora: “Todo el éxito pasa por seguir con la retransmisión de partidos por televisión y a la vez potenciar el trabajo de base en las escuelas”.