LOS PREPARATIVOS DE LA NUEVA TEMPORADA DE LA F-1

El laboratorio de De la Rosa

Centollo 8 El complejo simulador de Ferrari.

Centollo 8 El complejo simulador de Ferrari.

MIGUEL MARTÍNEZ
MONTMELÓ

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«Estamos donde esperábamos» (Pat Fry). «Todos los datos que recogemos del coche en pista son los que esperábamos» (Fernando Alonso). Aparentemente, son dos frases vacías, planas, contestaciones rutinarias del jefe de ingeniería y del piloto referencia de Ferrari en la ambigüedad de una rueda de prensa de una semana de test.

Pero no. Constituyen el fin del calvario que ha sufrido la Scuderia en los dos últimos años: la falta de correlación entre los datos que sugerían las simulaciones y el túnel del viento con los que se recogían en la pista, el origen del galimatías técnico que hundió al equipo en el desastroso 2011 y el comienzo del 2012, justo hasta que dejaron a un lado el viejuno túnel del viento de Maranello para trabajar en el de Toyota en Colonia.

El hombre de confianza

Esta vez, este año, todos enFerrari, empezando porPedro de la Rosa, el nuevo hombre de confianza de Alonso y Felipe Massa, saben que las evoluciones que colocarán en el coche la próxima semana, justo antes de la carrera de Australia, funcionarán. Por eso, De la Rosa tiene la garantía de que los chicos comprobarán en la pista sus conclusiones en el simulador, en ese laboratorio de ciencia ficción donde se pasará horas y horas mareado sin ver la luz, sin sentir el sol. Pero los pilotos titulares confían ciegamente en la sensibilidad y experiencia del veterano piloto catalán.

De la Rosa no deja de hablar con Alonso y con los ingenieros en Montmeló, se empapa de sensaciones para trabajar, mañana mismo, en elsimuladordeMaranellocon todos los datos de esta semana añadidos al 'software' de una máquina más propia de una película de ciencia ficción. En este gigantesco centollo lleva invertidos Ferrari muchos, pero que muchos, y millones de euros (dicen que más de 40). La cabina de esta nave sustentada por enormes brazos hidráulicos será el segundo hogar de Pedro. Ahí se pasará horas, días, semanas, meses.

La plataforma pesa alrededor de dos toneladas y está equipada con computadoras controladas por brazos hidráulicos que pesan alrededor de media tonelada cada uno. Toda la estructura está montada sobre una base de 200 toneladas y controlada por 10 ordenadores vinculados con una memoria total de más de 60 GB de RAM. Cuenta con un Dolby Surround 7.1 de 3.500 W y más de 10 kilómetros de cableado.

Todo tipo de simulaciones

El artefacto ocupa un edificio de dos plantas. Todo para reproducir las condiciones del coche en la pista, con visión de 180 grados, también los retrovisores, donde se reproduce la rugosidad del asfalto, los desniveles, los bordillos, las diferencias de grip con distintas temperaturas, la incidencia del viento, incluso las sombras que proyectan las gradas según la posición del sol a cada hora del día. Se puede simular todo, todo. Reglajes, nivel de apoyo aerodinámico, etcétera. «Puedes prever cómo se comportará el coche en cada punto del circuito, incluso cómo variará su comportamiento en función del sol, la temperatura, el tipo de asfalto», admite Nicolas Tombazis, responsable de proyectos en Ferrari.

Pensando en el 2014

«Cuanto más experimentado sea un piloto en el simulador y la pista, mejor podrá extrapolar los datos», explica Marco Fainello, responsable del simulador de Maranello. Casi todos los pilotos se marean bastante tras unas vueltas. Es una sensación desagradable de mareo, claustrofobia (Michael Schumacher apenas se atrevió a utilizarlo), un trabajo duro que no todos saben hacer. Por eso han confiado en el mejor. «Pedro es la persona ideal para este duro trabajo. Es el piloto que más experiencia tiene en este campo, el hombre que nos hacía falta», dijo Stefano Domenicali al anunciar el fichaje del español el pasado mes de enero.

«Solo dejas de notar el viento en la cara, el calor del sol», relata De la Rosa. Sol no verá mucho. Después de descargar su adrenalina con los Sauber y HRT, vuelve al agujero en el que tanto trabajó enMcLarendesde el 2003 al 2010, y para el que Ferrari le considera insustituible. «El simulador no solo nos permitirá trabajar en el coche de este año, también nos ayudará para los muchos cambios que habrá en el monoplaza del 2014», desvela el español, cuyo primer objetivo es actualizar y evolucionar el 'software' de un ingenio que, de salida, es menos eficaz que los que utilizan en estos momentos McLaren yRed Bull.