Kenan Kodro quiere estrenarse ante el Barça como goleador en Primera

Entrenamiento de Osasuna en El Sadar.

Entrenamiento de Osasuna en El Sadar. / periodico

JORDI TIÓ / BARCELONA

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Lleva apenas ocho partidos en Primera División, cinco de ellos como titular, y se mantiene fiel a un principio que le ha llevado hasta donde posiblemente nunca imaginó. "Cada minuto es una oportunidad para mí", sentencia Kenan Kodro, el delantero de Osasuna que, a sus 23 años, valora como pocos lo que supone codearse con la élite futbolística, un eslabón al que todavía no pertenece porque aún debe demostrar muchas cosas. Aunque en ello anda este espigado delantero (1,87 metros) que trabaja para hacer realidad el sueño de dedicar a su padre su primer gol en Primera. Y hoy tendrá una nueva oportunidad ante el Barça, uno de los exequipos de su progenitor.

"Es muy complicado el papel de mi hijo, mucho más de lo que la gente se piensa. El apellido pesa tanto que te puede restar", explica Meho, que a sus 49 años observa prudente los primeros pasos de Kenan en Primera, donde él sabe muy bien lo que es triunfar (lo hizo como goleador en la Real Sociedad: 73 tantos en 129 partidos) y llegar a un grande como el Barça, que en 1995 pagó 700 millones de pesetas por él. Sin embargo, la alegría duró apenas una temporada: solo nueve tantos, las lesiones y la falta de adaptación le condenaron a marcharse del Camp Nou.

EL HÉROE DEL ASCENSO

Por eso sabe de lo que habla Meho cuando trata de tutelar con prudencia la incipiente carrera de Kenan, que poco a poco empieza a ganarse la confianza del técnico Joaquín Caparrós, al que le gustan los delanteros que no se arrugan ante nada. Y Kenan es uno de ellos. Por eso, y sin todavía estrenarse como goleador en Primera, Kenan ya se tiene ganado el respeto y la admiración de El Sadar porque su aportación fue decisiva la pasada temporada para certificar el ascenso de Osasuna: dos goles marcó en el 'play-off' ante el Girona, uno en la ida y otro en la vuelta, sellando el regreso del club rojillo a la Liga de las Estrellas.

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"Es evidente que he progresado y madurado, pero quiero seguir avanzando", explicaba ilusionado este pasado verano ante la cercanía del debut en la Liga, liberado ya por fin de la presión que tuvo que aguantar en la Real Sociedad B, donde las comparaciones con su padre eran constantes. "Que la gente me comparase con mi padre me provocaba ansiedad y nervios", admitía el jugador.

EL AMBIENTE APROPIADO

Kenan encontró en Pamplona la calma y estabilidad necesarias para mostrar su fútbol. Tan a gusto se sintió, que llegó para jugar en el filial y acabó quedándose en la primera plantilla tras hacer la pretemporada. Un total de 31 partidos jugó en su primera campaña con Osasuna (2014-15) y 20 en la segunda (2015-16), aunque su aportación goleadora no fue nada destacable: 2 y 3 goles, respectivamente, una faceta en la que debe mejorar, aunque su buen final de temporada y sus dos tantos al Girona maquillaron esa falta de sintonía con el gol.

"Esos goles me emocionaron más que cualquiera de mi carrera", recuerda Meho cuando habla de los tantos de su hijo al Girona. Nada comparado con lo que supondría verle marcar al Barça en El Sadar. No habría mejor estreno como goleador en Primera División que ese. Con ello sueña Kenan, que sabe que le debe un gol, el primero, a su padre. 

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