LA SITUACIÓN AZULGRANA

El juez estudiará si la acción ya había prescrito

Zurich recuerda que el Barça no puede actuar contra ella y que la póliza no cubre pérdidas

Josep Maria Bartomeu, presidente del Barça, el día de su comparencia.

Josep Maria Bartomeu, presidente del Barça, el día de su comparencia.

JOAN DOMÈNECH / Barcelona

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Antes de estimar si los 16 directivos que acompañaron a Joan Laporta al final de su mandato tienen responsabilidad objetiva en las presuntas pérdidas de 47,6 millones que les reclama la junta actual del Barça, el juez José Manuel Martínez Borrego estudiará las figuras de la «caducidad» y la «prescripción», por las que las exigencias del club azulgrana habrían quedado anuladas al haber finalizado el plazo máximo de un año para tramitarla. El magistrado ha dejado este lunes el caso visto para sentencia y calcula poder emitirla en 20 días, lo que podría coincidir con la asamblea de compromisarios del 18 de octubre.

La compañía aseguradora Zurich,queha hablado por primera vez en la última jornada del juicio, se ha alineado con los demandados y ha pedido la desestimación del caso y el pago de las costas al Barça. El argumento de la firma difiere de los expuestos por los exdirectivos: la póliza contratada (prolongaba una firmada en el 2007) no cubría las pérdidas económicas de un ejercicio ni tampoco responde por los 63 millones del 2003 porque ya estaban excluidos entonces.

La parte contratante de Marx

«La póliza cubre reclamaciones por actos derivados de gestión negligente y no puede cubrir una eventual responsabilidad por resultados negativos. La póliza no puede garantizar que una entidad tenga resultado positivo», explico Ignacio Figuerol, que cataloga las diferencias en las cuentas (11,1 millones de beneficio con Laporta, 79,6 de pérdidas con Rosell) como discrepancias contables que no han producido un daño real. Y añade que el Barça no podía actuar contra la compañía: «El tomador y la parte contratante no puede ser también un tercero».

La «parte contratante» mencionada, perteneciente a una célebre película de los hermanos Marx, fue invocada también por el abogado Javier Larraut, defensor de Alfons Castro. Atribuyó al redactor de la memoria económica 2011-12 del Barça el deseo de tributar «un homenaje a Groucho Marx» al tratar de explicar el contencioso con Sogecable: «Era imposible entenderlo».

«Odio y resentimiento»

 Larraut fue el letrado que más ha incidido en la posible prescripción de la acción por 27 días. Expone que el Barça debe regirse por el código civil español, y no el catalán, que establece el límite de un año, y no cuatro, para reclamar una responsabilidad objetiva, que en su opinión tampoco era reclamable. Aunque el Barça sea una asociación catalana, está inscrita en el Consejo Superior de Deportes y debe regirse por las mismas normas que los clubs que no son sociedades anónimas

«Me duele alegar esta cuestión porque me gustaría ganar por el fondo del asunto», ha confesado el letrado, que ha aludido «al odio y resentimiento» de Rosell y quienes figuraron en la junta del 2003 para volverse contra Laporta y sus compañeros.

«¿En qué Estado de derecho cabe admitir una acción donde quien la ejercita fue parte causante del daño y pretende que responda de ella una persona que no estaba?», se ha preguntado Larraut, sin pelos en la lengua. «Es una falacia, si no una estupidez, decir que el Barça es el club que vale menos de Primera. Que vale 17 veces menos que Osasuna. Que el club valía menos en el 2010 que en el 2003. Ni Gaspart lo diría», criticó Larraut tras rebatir las siete salvedades de la reformulación de cuentas y que el juez repasará ahora.