El presidente del Barça será juzgado por el fichaje de Neymar

ÁNGELES VÁZQUEZ / MADRID

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El presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, no ha podido librarse del banquillo de los acusados. La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha rechazado la última bala con la que contaba para evitar el juicio por estafa y corrupción entre particulares que se celebrará en Madrid por el fichaje de Neymar. La resolución considera que cuando se hizo el fichaje tenía "responsabilidades directivas en el ámbito deportivo, al igual" que el entonces presidente, Sandro Rosell, y el contrato lo firmaron ambos en 2011.

La Sala confirma así el auto con el que el juez ponía fin a la instrucción de la segunda causa seguida en la Audiencia por el fichaje del futbolista. Esta fue la seguida por la querella presentada por DIS, la empresa brasileña propietaria del 40% de los derechos federativos del jugador cuando jugaba en el Santos. El magistrado, que era partidario de archivar las actuaciones, al no apreciar delito, se vio obligado a reabrirlas por orden de la Sala de lo Penal que dio la razón a la Fiscalía en un recurso semejante al resuelto este jueves.

Aunque el ministerio público no pedía pena alguna para Bartomeu, DIS solicitaba cinco años de cárcel tanto para el directivo como para el futbolista. De ahí, que el juez José de la Mata se viera obligado a incluirlo en la lista de personas que se sentará en el banquillo de los acusados en el juicio. Además de Rosell, Bartomeu y el futbolista, también serán juzgados los padres de este último, el presidente del Santos cuando se hizo el fichaje, Odilio Rodrigues, y ambos clubs.

En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal José Perals solicitaba dos años de cárcel y multa de 10 millones de euros para Neymar y para su padre, así como un año para su madre por un delito de corrupción en los negocios. No obstante, la mayor petición de pena es para el expresidente del Barça Sandro Rosell, que se enfrenta a cinco años por ese delito y otro de estafa; el presidente del Santos, Odilio Rodrigues, a tres. Para el club catalán, el fiscal pedía una multa de 8,4 millones de euros por los delitos que habría cometido el que fue su presidente. 

SIN INFORMAR A LA JUNTA

La resolución rechaza los argumentos de Bartomeu y afirma que "debe tenerse bien presente que ostentaba el cargo del vicepresidente del FCB, con responsabilidades directivas en el ámbito deportivo, al igual que Rosell, participando ambos en el contrato suscrito el 15 de noviembre de 2011 y tomando los dos la decisión de firmar dicho contrato sin informar a la junta directiva", ni al Santos FC, ni a la titular de sus derechos federativos, DIS.

El contrato preveía en un primer momento el fichaje en 2014, cuando el fulbolista quedara liberado de su compomiso con el Santos, pero finalmente se adelantó a 2013 ante el temor a que fuera contratado por otro club. La Audiencia Nacional considera que, el pacto suscrito dos años antes, alteró el libre mercado de fichajes de futbolistas, "al impedir que entrase en el mercado conforme a las reglas de la libre competencia".

DEBE SER EN UN JUICIO

El auto sostiene que debe ser en un juicio donde se examinen los contratos suscritos el 15 de noviembre de 2011 y el 6 de diciembre de ese mismo año, por los que el Barça, representado por Rosell, "se concertó con Neymar júnior" y su sociedad familiar N&N, para ficharle en 2014 por 40 millones de euros. El Barcelona adelantó al jugador a la firma del documento 10 millones de euros en concepto de "préstamo".

Ese acuerdo fue ocultado al Santos y a DIS, lo que, según la resolución, podría suponer un delito de corrupción entre particulares. La Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional añade que también se infringió el artículo 18.3 del Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA, que impide a un futbolista negociar con un club antes de que queden seis meses para acabar su contrato con su equipo actual.