Jordi Alba, Benji en La Florida

"Veo que lleva usted bloc y bolígrafo, a la antigua usanza. Así que, anote, primero le digo lo que le tengo que decir y, luego, si quiere, seguimos hablando".Paco Bueno, coordinador del fútbol base delHospitalense, el equipo del centro deL'Hospitalet de Llobregat (L'H), es tal y como me lo describióÓscar Milla, el periodista deportivo de la radio y la televisión de L'H que más sabe de esa inmensa ciudad y del deporte local.

Bueno, en realidad, Paco Bueno es exactamente como el resto de gente que me encontré a lo largo y ancho de L'H,La Florida y cualquiera de los otros barrios en los que el ya casi míticoJordi Alba se ha convertido en lo que era, ni más ni menos, uno de los nuestros , de los suyos, el niño, el 'crack' que jamás les abandonó. Así que bueno será hacerle caso a Bueno. Por eso le saco el capuchón al rotulador, que no bolígrafo, y apunto. "Anote, anote, Jordi esun pequeño gran futbolista, pero tiene el corazón más grande de la Tierra, tiene el corazón de Sansón. Que lo sepa. Ahora, ¿de qué quiere hablar?".

Podría haber dicho "de nada". Ya está todo dicho. Porque si una cosa es cierta es que Albano es un vecino cualquiera de L'H. No lo era de niño, y no lo es de adulto. No lo era de incógnito y no lo es de famoso. No lo era cuando fue despedido "por bajito" del Barça, y no lo es cuando ha regresado costando miles de millones de pesetas. De ahí que sea, también, absolutamente cierta la frase que Alba le dijo aSara Carbonero cuando la novia deIker Casillas, perdón, la reportera de Tele 5, le entrevistó nada más conseguir la Eurocopa. "Yo llevo muy en el corazón a L'Hospitalet, así que esta victoria también va por ellos, por mis vecinos".

Porque paraAlbahan sido y son los vecinos de toda su vida, aunque tuviese que mudarse a Cornellà y emigrar a Valencia. "Mire, otros han salido de aquí, del Hospitalense, y no se han vuelto a acordar de nosotros. Es que ni verlos, ni oírlos. Y eran tan buenos como Jordi. Pero éljamás ha dejado de estar a nuestro lado, de preguntar si nos podía ayudar", sigue explicando Bueno, y yo anotando. ¡Como corre este rotulador!

Los pies en el suelo

"Es más, en el club ya no sabemos cómo agradecerle todo lo que ha hecho por nosotros. De ahí que hace dos años se nos ocurriera ponerle su nombre a neustro torneo. ¡Y no veas!Cada año viene a dar los trofeos --bueno, este año no ha podido porque estaba en la Eurocopa--, y cada año nos inunda de balones, ropa, chándals de Adidas para que vayamos todos guapos, lucidos, limpitos.Es una joya" , añadeBueno.

Bueno, como explica Milla, y como confirma cualquiera de los que le conocen, asegura que Jordi es demasiado "del pueblo, del barrio de La Florida, de L'Hospitalet, de los amigos, de los colegas", como para que se le suba eso de vestir la camiseta del Barça a la cabeza. "Además --añade Bueno--, ya tiene asus padres, Miguel y María José, para seguir con los pies en el suelo. Nunca antes se pudo decir, 'de tal palo, tal astilla'. ¡Qué maravilla de familia!".

Y es quepapá Alba se ha pasado la vida diciéndole a sus hijos que en esta vida se recoge lo que se siembra. "Nada de esos grandes auriculares tapándote las orejas, que te aíslan del mundo", cuenta que les dice aJordiy aDavid, goleador delHospitales Bellsport, de la categoría de plata de fútbol sala. "Esos auriculares os apartan de la gente y no hay nada mejor en la vida que los amigos, la gente, los vecinos. Hay que tener los oídos abiertos, y no tapados, para oír a la gente, por si nos necesita".

Ese papá, que es elalma de Radio La Florida, por cierto, ahora desconectada por un cortocircuito que incendió sus modestas pero estupendas instalaciones, es también elalma de la hermandad rociera Pastorcillo Divino y, cómo no, de lacofradía 15+1.

Y es quedon Miguel es de Córdoba, casado con la catalana María José Ramos, monitora de educación especial (como su hijo David), a la que le duele el alma que su padre, el abuelo Jordi, ya fallecido, "enfermizo culé, culé hasta la médula", no pueda disfrutar con el regreso de su nieto al Barça. "Pero disfrutaré yo y se lo contaré por las noches", dice la abuela materna, Marta. Pues eso, que don Miguelno olvida sus raíces, como tampoco las olvida Jordi.

Inmenso carisma

Solo había que ver cómo estaba la calle, el pasado miércoles, bajo el balcón delAyuntamiento de L'H, cuandolaalcaldesa socialista Núria Marín(¡menuda inyección de moral para la ciudad el regreso de Alba!) agradeció al muchacho que siguiese "siendo tan familiar y, sobre todo,tan humilde, tan accesible, tan predispuesto a todo".

Allí abajo, en la calle, había decenas de colegas, compañeros de cole, del Balaguer, del Jaume Balmes, del Hospitalense, con fotos de papel, con fotocopias y hasta con imágenes en sus móviles, en sus iPod, con Jordi Alba. Casi todo Hospi tiene una foto con Jordi Alba, de niño, de joven o de adulto. Porqueél jamás tenía, ni tiene, un no.

En esta ciudad aún no comprenden cómoel Barça dejó escapar a Alba. "Eso solo lo entendemos la gente del fútbol, esas cosas ocurren y forman parte de nuestro trabajo", dice Bueno, que ha seleccionado mucho, ha acertado mucho y también se ha equivocado.

No se entiende, no solo por lo bueno que ha resultado ser el chaval, que empezó de 9, de delantero centro ¡sí, sí! y ahora esel mejor lateral zurdo de Europa, ¿del mundo?, de momento dejémoslo ahí, de Europa; sino por el inmenso carisma que tenía Alba cuando era un crío y fue elegido por el Barça para que acompañase aJoan Gaspart a colocar la primera, perdón, la segunda piedra de laCiutat Esportiva Joan Gamper, pues la primera la puso, casi protocolariamente,Josep Lluís Núñez.

A la izquierda de Van Gaal

Y no solo eso, fue el chavalito queentregó la Champions, en 1999, al alcaldeJoan Clos para que la guardase poco antes de que un extraordinario Manchester United remontase, en el Camp Nou, ante un sobradito Bayern de Múnich. ¡Pero si en una comida de Navidad hasta le sentaron a la izquierda deVan Gaal, que ya es!

Poco importa por dónde pasees de L'H. Todo el mundo tiene un cariñito hacia Jordi Alba. Eso sí, si pisas La Florida, prepárate. Ahí, además de estar entregados, están locos de contentos. Y agradecidos. Y orgullosos. Y eso que Jordisolo suma 10 internacionalidades.

"Pero es que aquí --dice Jorge, sentado en uno de los bancos de la plaza que está frente al colegio Balaguer--, la gente no está orgullosa del Alba futbolista,está orgullosa de que sea un tipo normal, uno de los nuestros". En el fondo, de que seauno de los 'tetes', porque así se llama la peña de Jordi Alba en La Florida. Que no es una peña cualquiera, pues empezó con sus padres, con don Miguel.

"Nosotros somos un grupo de vecinos que nos juntamos alrededor de Radio La Florida" , explicaAntonia Osorio, otra de esas almas que tiene el barrio de L'H. "Y lo hicimos para hacer cosas útiles para nuestra comunidad, porque la gente, que lo sepa, no solo necesita dinero. La gente necesita cariño, compañía, estar. A la gente nos gusta que nos rocen, ¿sabe?".

Lo sé, lo sé, ¡vaya si lo sé! "Y nosotroshacemos campañas para ayudar a quien nos necesita, y buscamos regalos de Reyes para los que no tienen Reyes, y nos vamos de acampada con los niños y los jóvenes. Y en esas estábamos cuando los Alba se fueron al Barça. Y cuando Jordi empezó a crecer futbolísticamente, dijimos: 'Ahora haremos una peña'. Pero por ampliar nuestro buen rollo, no más".

Y es queMiguel, María José, Antonia y todos los 'tetes' (el nombre de la peña surge del apelativo que utilizan los amigos de Jordi y David Alba para comunicarse entre ellos, ya saben "¡pásame el agua, 'tete'!") se han comido cientos de bocadillos en las gradas viendo jugar a los Alba.

"Piense que aquí, en La Florida,les llamábamos Oliver y Benji porque estaban tooooooodo el día con el balón en los pies. Yo estoy convencido, aunque María José no nos lo ha querido revelar nunca, de que en la tercera ecografía que le hicieron, Jordi ya aparecía con un balón en el vientre de su madre, creáme", aseguraAntonia, que viene de la fiesta del ayuntamiento.

Un referente en la ciudad

Celebración, por cierto, que acabó con una fantástica cena en el restaurante La Flama, de Bellvitge, en la que Jordi invitó a toda su familia y amigos, y tampoco faltó ni un solo 'tete'. Esa fue una comilona más íntima, no tan ciudadana. Y eso queL'H está que no cabe en ella, pues el regreso de Jordi Alba le viene de maravilla para encontrar, por fin, un auténtico referente deportivo para lucir el nombre de la ciudad por el mundo entero.

Hasta ahora, eso sí, estabaGustavo Biosca, Sergio, el cerebro que había militado en el Espanyol y el Deportivo de A Coruña, también el legendarioXavi Hernández, baloncestista de prestigio, que heredó, quien sabe, la mano que teníaMarcel·lí Maneja, el hombre que jugó en el Joventut, fue internacional y ganó, en los 40, la primera y única Copa con el CB L'Hospitalet y está la nadadora olímpicaÀngels Bardina. Y ahora llegaJordi Alba y el mundo sabe del deporte del Hospi por él.

La opinión de Emery

"Yo, la verdad --explica Alba a cuantos quieren oírlo--,estoy bien en todas partes; pero como L'Hospitalet no hay nada, ni como mi barrio, La Florida, mi casa, mi habitación, mi familia y mi gente". De esa gente Jordi no se ha olvidado jamás y con todos ha tenido los detalles que él creía que iban a hacerles un poquito más felices.

Como le ocurrió a Bueno, que le pidió, así es, sí, un autógrafo cuando, a los 10 años, entró en el Barça, y Alba tardó solo 48 horas en dedicarle unafotografía que todavía conserva "como oro en paño". "Jordi es muy familiar, muy de barrio, entrañable", cuenta la encantadora Antonia Osorio.

"Le costó aceptar jugar de lateral izquierdo", explica, el entrenador que en el Valencia le descubrió los secretos de esa posición y que acaba de emigrar al fútbol ruso. "Pero comoes muy dialogante, muy cercano y muy reflexivo, siempre tuvo los oídos abiertos a nuestros comentarios, a nuestras sugerencias, a nuestro razonamiento, entre los que estaba que no había laterales izquierdos en España. 'Si te haces con el puesto, te vas a disparar, Jordi --le dije un día--. Y acerté. Y estoy muy feliz por cómo le ha ido".

"Mire --prosigue Emery, ya en Moscú--, lo que es Jordi queda reflejado en el gol de la final:sacrificado, veloz, defensor, carrilero, delantero y goleador. En el momento en que encaró a Buffon me juego la vida a que pensó en su niñez, cuando era un 9".

CuandoJordi se fue a Valencia, los 'tetes' montaron todoun dispositivo para seguirle allá donde fuera, eso sí, siempre que fuese en un radio de kilómetros no demasiado lejano, pues no están los tiempos como para despilfarrar. De ahí que don Miguel, que se ganaba la vida como dependiente en un establecimiento de sanitarios, acudiera a muchos partidos acompañado de la familia cuando el Valencia jugaba cerquita de La Florida.

Si de algo se siente orgullosopapá Alba es del buen rollo que desprenden los suyos. Todos. "El otro día, al salir del ayuntamiento, muchos padres de compañeros y amigos de Jordi y David me decían que debía de estar muy orgulloso de cómo son mis muchachos --explica Miguel Alba--, y yo simplemente les contesté: 'No estoy más orgulloso que vosotros de los vuestros'. Uno pelea toda su vida por hacer de sus hijos personas de bien, porque sean buena gente. Lo demás,lo de triunfar en la vida, en el deporte, es otra cosa, ya no depende de ti. Los padres tenemos que tratar de estar siempre al lado de nuestros hijos, que nos noten cerca por si nos necesitan".

Aprender a compartir

"Nosotroshemos tratado de inculcarles buenas costumbres, nada más. Que sean nobles, sencillos y, sobre todo, que aprendieran a compartir", relata María José Ramos, la madre de los Alba. "A Jordi, y a David también, los quieren todo el mundo y eso nos enorgullece" , añade Miguel Alba, que destaca con cierto retintín que Jordi no está metido en las redes sociales. "No tiene Twitter ni Facebook ni nada de eso. Y no es porque lo desprecie o porque no lo quiera, simplemente es que consideramos que ese contacto con la gente, con los aficionados que quieren saber de ti, no es del todo real. Hay gente que contesta por ti, que habla por ti, que se comunica por ti, y eso a Jordi ni le gusta ni lo comparte".

Compartir, palabra mágica en la familia Alba. Actitud clave en el mundo de los Alba. Apellido ideal para ese grupo que se mueve alrededor de Radio La Florida, que ojalá pronto reconstruya su estudio ("estamos en manos de abogados y aseguradoras", relata Miguel), para el barrio de L'H que ha vuelto a acoger a su hijo Jordi entre los suyos, ahora vestido de azulgrana, luciendo la Eurocopa y convencido dela misma idea que perseguía cuando era un niño: hacer felices a los suyos. Todo lo que pueda. Y más. Mucho más.